A
Aquel
Si, ya en la edad adulta eso tiende a disminuir, pero en la niñez esa sensación está bastante viva. Yo lo sentía super-super bastante cuando tenía 11 años al oir lo que me gustaba en aquella época (no muy diferente a lo que me gusta ahora). Podría decirse que es como una sensación etérea o fuera de este mundo.