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Trastorno obsesivo compulsivo (toc)

  • Autor Autor Neo
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Neo

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¿Qué es el trastorno obsesivo compulsivo?

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) pertenece a los llamados trastornos de ansiedad. Estos trastornos de ansiedad son el grupo de trastornos psiquiátricos más común entre la población general, y la fobia específica (miedo a algo concreto) resulta ser el diagnóstico psiquiátrico más frecuente. A este grupo también pertenece la crisis de angustia, que constituye la urgencia psiquiátrica más habitual.

El TOC se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones que producen malestar e interfieren en la vida cotidiana de quien lo padece.

La frecuencia real del trastorno es desconocida, ya que la mayoría son formas leves y los pacientes nunca llegan a consultar por sus síntomas, pero se estima que afecta aproximadamente al 2% de la población, en proporción igual de hombres que de mujeres. Algunos estudios apuntan que se da más en solteros que en casados, aunque es difícil determinar si esto se debe a las consecuencias de los síntomas o no. También parece ser más frecuente en clases sociales altas y en personas con cociente intelectual elevado, pero no está del todo demostrado.

La edad en la que aparecen los primeros síntomas siempre es difícil de precisar ya que pueden confundirse con los rasgos de la personalidad, pero se sitúa entre los 20 y los 40 años; la mayoría de los casos muestran clínica activa antes de los 20 años y sólo un 15% sobrepasados los 35 años.

Causas del TOC

Son muchas las teorías que intentan explicar las causas del trastorno obsesivo compulsivo (TOC), por lo que se cree que podría ser una combinación de varias de ellas. Se sabe que hay factores genéticos importantes que se implican en su desarrollo, pero el modo de transmisión es todavía desconocido.

En muchos casos existe un acontecimiento que puede actuar como factor desencadenante del TOC como enfermedades, problemas de pareja, el fallecimiento de un ser querido, etcétera. También puede tener un papel importante en su aparición la educación recibida en la infancia, sobre todo si se trata de formas de educar demasiado rígidas.

Existen alteraciones a nivel del lóbulo frontal del cerebro, alteraciones en el procesamiento de la información y alteraciones en sustancias como la serotonina que también podrían estar implicadas como causas del trastorno obsesivo compulsivo.

Lo cierto es que no se sabe exactamente cuál es la causa concreta, pero la combinación de los factores biológicos y de los factores sociales pueden explicar las alteraciones que se han encontrado.

Evolución del TOC

El cuadro de trastorno obsesivo compulsivo suele iniciarse en el periodo infantil-juvenil de forma progresiva, poco a poco, aunque en algunos casos se presenta de forma aguda, brusca, normalmente por un factor desencadenante o situación de estrés.

El curso del trastorno obsesivo-compulsivo suele ser crónico, progresivo, con periodos de relativa mejoría y otros de empeoramiento. Pocos casos son graves, pero a la vez pocos casos desaparecen espontáneamente. La completa remisión de la enfermedad solo se da en un 20% de los pacientes, ya que la mayoría continúa con síntomas aunque sean leves.

Síntomas del TOC

Estos son los síntomas más comunes del trastorno obsesivo compulsivo:

Pensamientos obsesivos

Constituyen la esencia del trastorno obsesivo-compulsivo. Son imágenes o pensamientos intrusivos, repetitivos y persistentes que el paciente reconoce como absurdos, sabe que son producto de su mente e intenta evitarlos sin conseguirlo, por lo que le producen gran ansiedad.

Las obsesiones pueden manifestarse de múltiples formas:

  • Impulsos obsesivos: también se llaman fobias de impulsión y se caracterizan por ser agresivos o sexuales, provocando miedo a poder dañar a sus seres queridos.
  • Temores obsesivos o fobias obsesivas: generalmente asociados con ideas de centradas en la posibilidad de contaminarse al tocar cualquier cosa o con la creencia de padecer deformidades en el cuerpo.
  • Ideas obsesivas: necesidad de orden y simetría, escrúpulos de limpieza continua, reflexiones religiosas, obsesión con el paso del tiempo y los números, etc.
  • Dudas: suelen darse de forma constante en la mayoría de los pacientes pero en algunos casos es especialmente llamativo. Debido a estas dudas persistentes tienen que comprobarlo todo de forma reiterada.

Los temas más frecuentes de los pensamientos obsesivos son las preocupaciones hipocondríacas (temor constante e injustificado a padecer alguna enfermedad), de contaminación (que las personas con las que se relaciona en su entorno o en lugares públicos le contagien alguna enfermedad) y la duda.

Compulsiones

Son actos motores o mentales voluntarios que el paciente siente la necesidad de hacer para defenderse de la idea obsesiva, por lo que son secundarios a los pensamientos obsesivos. Esta conducta la repiten una y otra vez y no resulta algo placentero en sí mismo, sino que para el paciente tiene la función de prevenir que se produzca algún hecho aunque sea improbable. Suele tratarse de actos realizados con el fin de evitar que el sujeto reciba daño de alguien o se lo pueda producir a otro.

A menudo el paciente reconoce estos actos como absurdos e intenta resistirse a realizarlos, pero no hacerlos supone un aumento de su tensión interna que disminuye si los lleva a cabo.

Estas compulsiones pueden llegar a ser muy elaboradas constituyendo entonces rituales, que pueden ser aparentemente “lógicos” o tener un carácter “mágico”. Los pacientes que se encuentran en un estado avanzado de la enfermedad ya no se resisten a la compulsión y toda su vida se convierte en un ritual.

Los actos compulsivos más frecuentes son las comprobaciones reiteradas (que son secundarias a dudas obsesivas) y los rituales de higiene excesivos (que son secundarios a los temores de contaminación).

Tratamiento del TOC

Por lo general el tratamiento del trastorno obsesivo compulsivo (TOC) va a ser una combinación de técnicas psicoterapéuticas junto con fármacos, de forma que se consigue una eficacia del 75% usando ambos mecanismos.

  • Fármacos: se emplean los antidepresivos, siendo los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) los más empleados y mejor tolerados. También se emplea la clomipramina que es más potente. La asociación de ambos fármacos está indicada en casos en que haya intolerancia a altas dosis de clomipramina o que no respondan a esta. Por lo general son necesarias dosis elevadas de estos fármacos y la respuesta a los mismos suele tardar en aparecer unas semanas. Debido a que la enfermedad es de tipo crónico es preciso mantener el tratamiento de forma prolongada.
  • Psicoterapia: se suelen emplear las técnicas conductuales, de forma que el paciente se expone a la obsesión y se le enseña a prevenir la respuesta que suele tener, es decir, sirven para mejorar las compulsiones.
  • Psicocirugía: se emplea solo en casos muy graves de TOC que no responden a ningún otro tratamiento.

Los fracasos en los tratamientos del TOC se dan en pacientes que no cumplen adecuadamente las instrucciones, en pacientes depresivos y ansiosos graves, en consumidores de alcohol u otras drogas, con trastornos en las relaciones con otras personas, en pacientes que tienen poca motivación, con alteraciones en la personalidad o con bajo nivel intelectual.

Pronóstico del TOC

Hay una serie de características que harán que el pronóstico del paciente con trastorno obsesivo compulsivo (TOC) de cara a su recuperación sea peor. Entre estos factores destacan:

  • Que exista una personalidad previa obsesiva, es decir, personas que anteriormente ya eran meticulosas, perfeccionistas, amantes del orden… pero sin tener todavía obsesiones y compulsiones claras.
  • Que haya habido alteraciones neuróticas en la infancia, así como una educación muy rígida.
  • Que el tratamiento del TOC se haya instaurado tardíamente.
  • Que la presentación haya sido siempre de forma progresiva en vez de manifestarse con los periodos de mejoría y empeoramiento descritos anteriormente.
  • Que en algún momento la clínica sea tan grave que necesite hospitalización.

Por el contrario, hay una serie de características que, de estar presentes, indican un buen pronóstico del trastorno obsesivo compulsivo. Entre estos factores destacan los siguientes:

  • Que la personalidad previa del paciente fuese sana.
  • Que los síntomas se inicien tras una situación desencadenante, como el fallecimiento de alguien cercano.
  • Que se inicie el tratamiento del TOC de forma precoz, poco tiempo después de la aparición de la clínica.
TOC en la infancia

Las manifestaciones del trastorno obsesivo compulsivo en los niños son muy similares a las de los adultos, pero hay que prestar especial atención para no confundir los rituales obsesivos con las conductas reiterativas, lúdicas o mágicas, propias de la infancia.

Las causas del TOC en la infancia son las mismas que para la enfermedad en el adulto, pero los trastornos obsesivos y los tics causados por determinadas bacterias (estreptococos) le añaden complejidad a esta patología en el caso de los niños.

El pronóstico no es muy alentador, ya que en un seguimiento de 11 años, el 71% de los pacientes presentan algún trastorno psicopatológico y el 36% todavía padecen el trastorno obsesivo compulsivo.

Los tratamientos farmacológicos y cognitivo conductuales han demostrado una eficacia similar a la obtenida con los adultos.

Fuente: webconsultas.com
 
yo apunto maneras en TOC pero solo eso xD madre mia me imagino que los que tienen este trastorno lo deben pasar muy mal ....
 
yo apunto maneras en TOC pero solo eso xD madre mia me imagino que los que tienen este trastorno lo deben pasar muy mal ....

Javi, yo he tenido problemas con las comprobaciones. Comprobar una y otra vez algo y nunca estar seguro de que esté bien. Es agotador :(
 
pues yo le doy tantas vueltas al cafe con leche con la cuchara que mi familia dice que voy a marear el cafe xD
 
Lo de las comprobaciones también me pasa a mi a menudo. Una duda por si alguien me puede ayudar...Soy una persona muy obsesiva con la ortografía, me explico. Mi padre era maestro y muy bueno =), entonces en mi casa si que se daba prioridad a los estudios, no de una manera exagerada o controlada pero sí que era más exigente que otros padres (algo que agradezco a día de hoy, que conste). Fui la primera en leer en mi clase (no presumo, creo que eso me influyó en cierta manera). Tuve una época en EGB que me hacían ser la narradora de los cuentos, cuando iba a misa leía mucho y las mujeres le decían a mi madre que leía muy bien y etc. Mi padre era también de los que, cuando dudabas de una palabra en cuanto a cómo se escribe, nos hacía buscarla en el diccionario (a día de hoy lo sigo haciendo y es algo que necesito =/). Mis inquietudes hacia la lengua y la literatura iban en aumento con los años y eran las asignaturas que más me gustaban y mejor se me daban...Y hoy por hoy tengo que reconocer que he sido y soy obsesiva con las letras, los escritos, las poesías sobre todo, letras de canciones, y cuando veo una falta de ortografía me pongo "mala" por así decirlo...Me molesta mucho! y odio cuando yo tengo una, me siento tonta y mal conmigo misma...¿Es algo normal o podría tener algún tipo de TOC? Si alguien me contesta os lo agradecería =)
 
Hola Nira. Bueno, tienes una manía, pero no creo que interfiera en tu día a día y se pueda considerar un trastorno. Yo también tengo manías de estas, y mucha gente. El problama es cuando te crea mucha ansiedad o malestar, o pierdes mucho tiempo revisando, por ejemplo. Y nada, intentaré no cometer demasiadas faltas :corte:
 
Gracias Neo por leer el tostón que puse! ;). No interfiere en mi día a día pero sí que pienso que es un pensamiento un poco obsesivo pero bueno, hay cosas peores! Yo si veo faltas las suelo corregir igual que a mi me gusta que me corrijan! Pero hay gente que se ofende y te dice listill@...y no lo entiendo porque lo hago con la mejor de las intenciones...=/
 
Sí, es un pensamiento que parece rollo TOC ;)

Lo de que la gente se enfada, pues sí, es algo que suele pasar con este tipo de cosas. Muchas veces mejor no decir nada :ok:
 
Joderrr, hablando mal...Yo prefiero que me corrijan para no parecer una inculta en muchas cosas y enriquecerme como persona...Digo yo que para eso hemos venido al mundo! Pero sí, llevas razón, es mejor no decir nada o saber con quien puedes decir ese tipo de cosas y con quien no! ;)
 
Es agotador pero bueno como todo con esfuerzo se puede vivir bien con ello con su descontrol alguna vez vale si pero bueno.
 
Estoy de acuerdo con Neo. Si Nira es perfeccionista con la escritura, pues perfecto, el problema es cuando ese pefeccionismo nos lleva a un grado de sufrimiento muy alto o cuando nos impide seguir con normalidad nuestra vida. Podría decirse que cuando el perfeccionismo se sale de nuestro control podríamos estar ante un trastorno obsesivo.
Yo he padecido toc muchos años, me han diagnosticado el trastorno y me lo han tratado con medicación y psicoterapia. Hoy día estoy muy bien. Mi mensaje fundamental es de esperanza:
¡¡¡ Hay solución !!!
También os diría que desconfiéis de quien os dicen que no hay solución. Entre los que dicen esto están los que creen que el laberinto no tiene salida y los que no la conocen.
La solución no es sencilla ni rápida pero existe.
Un saludo a todos.
 
Última edición:
Bienvenido al foro @Pepe2. Me alegro que estés estabilizado y gracias por el mensaje de esperanza. La verdad es que el TOC es bastante incapacitante y genera mucho sufrimiento. Pero si es cierto, con medicación y terapia se puede mejorar. Un abrazo!
 
Apreciados amigos con TOC. Veo que en los foros sobre esta dolencia interviene sobre todo la gente que la está padeciendo, y no hay muchos comentarios de gente que la haya superado. 1

Vengo a contaros mi caso, porque lo he superado por completo, y de forma irreversible, y creo que mi testimonio os puede aportar alivio y algunas claves para salir de este trance.

Al igual que vosotros, mi personalidad tiene una tendencia obsesiva innata. Es una característica propia de mi pensamiento que no puedo cambiar. Esto me llevó a preocupaciones obsesivas desde la infancia, que con la pubertad y luego la adolescencia se transformaron en verdaderas crisis. Para encuadrar mi caso diré que soy más bien un obsesivo puro, sin compulsiones rituales llamativas. He tenido desde obsesiones por dañarme a mí mismo y a otros, hasta preocupaciones exageradas que desembocaban en rumiaciones desesperantes, y un sinfín de otras obsesiones que abarcaron todas las preocupaciones absurdas imaginables. Como ya he dicho, lo único que no he tenido han sido conductas rituales compulsivas especialmente llamativas, como las clásicas obsesiones de limpieza, pero creo que las claves que os voy a dar funcionan todavía más deprisa con ellas.

Me han tratado varios terapeutas de lo más diverso durante los 9 años que duró la fase más aguda de mi TOC. Durante ese tiempo he deseado suicidarme en multitud de ocasiones y he creído otras tantas veces que esta enfermedad era insuperable. La desesperación, esa sensación que es el súmmum de la ansiedad, se convirtió en mi torturadora particular durante largos periodos de tiempo. Pero nunca durante ese tiempo he tirado la toalla. Nunca me he cansado de explorar e investigar, de buscar la salida de este infierno. La experiencia con diversos terapeutas me ha aportado diferentes aprendizajes sobre esta dolencia y al final, un día, las cosas comenzaron a cambiar.

Hay toda una batería de técnicas para controlar pensamientos obsesivos cuya efectividad es muy considerable. He visto como obraban milagros con otras personas que padecían la dolencia. Pero conmigo no llegaron a funcionar del todo, quizá porque en cierta época me obsesionaba el propio TOC. Esta obsesión, y el consiguiente convencimiento de no poder superarla, dinamitaban cualquier intento de relajación o de control mental. Pero como ya he dicho, en muchos casos estas técnicas si son muy útiles y resultan definitivas.

Paso a explicaros el camino que seguí para superar el TOC. Sus resultados no son inmediatos, claro, la química cerebral no la podemos cambiar chasqueando los dedos, por ello se necesitan dos cosas: constancia y disciplina. Pero tras haber llevado el método a sus últimas consecuencias tengo el convencimiento de que es aplicable a todo el mundo, contra cualquier obsesión, y que con el tiempo alcanza una efectividad completa en todos los casos.

Si no tenéis muy desarrolladas la disciplina y la constancia, no os preocupéis, quizá un día la desesperación os conduzca a ello. Aquellos que estéis hartos de verdad de las obsesiones seréis capaces de cualquier cosa por salir de ellas, y esta funciona. Os explico sus dos pasos fundamentales:

1 NO ALIMENTAR LA OBSESIÓN: un obsesivo puro se detiene constantemente a rumiar, se para a buscar una respuesta a sus dudas o una razón que lo libere de su obsesión, a veces hace comprobaciones de algo, o en el caso de los compulsivos natos, realiza un ritual compulsivo. Estos actos, que parten de nuestra voluntad consciente, que decidimos nosotros mismos, nos aportan un cierto alivio mientras los estamos ejecutando, pero lo único que hacemos es alimentar la obsesión, y al final sólo conseguimos perder tiempo y aumentar nuestra frustración.

Quizá no sepamos o no podamos detener el pensamiento obsesivo. Yo nunca lo conseguí del todo, pero sí que podemos, y escuchadlo bien por favor, no alimentar voluntariamente la obsesión. Esto significa que no debemos pararnos a pensar a propósito en la obsesión o, en los casos de grandes rituales compulsivos, debemos esforzarnos por evitar esas conductas por mucha tensión que eso nos genere. Los pensamientos seguirán apareciendo, pero no los habremos forzado nosotros; las ansias de ejecutar una compulsión nos atormentarán, pero la tensión que conllevan será solamente temporal. En el caso de las obsesiones, los pensamientos siguen apareciendo sin que lo queramos, pero si no los alimentamos conscientemente, estos actúan como las nubes que recorren el cielo. El viento las empuja y van corriendo, y poco a poco se van disipando. A lo mejor no es cuestión de horas o de días, pero con el tiempo las obsesiones se diluyen si no las alimentamos.

Si sentimos que la obsesión nos agobia demasiado, podemos establecer unos minutos al día, al levantarnos o poco antes de acostarnos, para rumiarla conscientemente, es decir, para sentarnos y pensar en ella sin hacer otra cosa. Diez minutos bastan, controlados con un reloj, y si desarrollamos la disciplina de no salirnos de ese tiempo, estaremos en el buen camino.
Para acelerar este proceso es recomendable tener una vida rica en sensaciones. Relacionarnos con gente, realizar actividades variadas, practicar deportes, salir, ver la luz del sol, pasear por la naturaleza, quizá alguna actividad artística… las posibilidades son ilimitadas. Esto es importante porque las vivencias generan sensaciones a través de nuestros sentidos, y estas crean impresiones en nuestra mente que van ocupando poco a poco el lugar de las obsesiones.

2 NO OPONER RESISTENCIA A LOS PENSAMIENTOS: el peor momento que para mí tenía el TOC era cuando la desesperación me golpeaba en ráfagas, que provocaban incluso reacciones fisiológicas. Me refiero a esa sensación que puede sentirse en el estómago, en una aceleración del pulso o bien en sudores espontáneos. Pero todo eso son efectos fisiológicos secundarios y lo peor es la terrible sensación psicológica de una desesperación sin límites, de un pozo sin fondo. Quizá muchos conozcáis esta sensación y cuando la sentís tengáis el temor de enloquecer, de perder el control o de hacer una barbaridad. Esta sensación en si misma es también el germen de otras obsesiones.

Sin embargo, hay una realidad fundamental que os tengo que recordar: Los pensamientos son sólo pensamientos, son imágenes e impresiones, y por tanto no pueden jamás hacernos daño. Es importante que aprendamos a adquirir una distancia respecto a ellos. Una característica del obsesivo es que se identifica plenamente con sus pensamientos, y tenemos miedo a nuestras propias ideas, como si el sólo hecho de imaginar algo lo convirtiera en real, generando a partir de ahí todo un complejo de convicciones falsas, exageraciones y distorsiones de la realidad.

Así que, frente a esto, os propongo que no pongáis barreras a los golpes de ansiedad, a las oleadas de desesperación. Dejad que fluían sin obstáculos a través de vuestro cerebro, sentidlas en todo vuestro cuerpo. Aunque parezca un contrasentido os invito a intentarlo. Descubriréis que no os pueden hacer ningún daño.

La desesperación viene en oleadas, a veces se repiten muchas oleadas en unas horas o unos días, como si fueran una especie de tormentas, pero son golpes que vienen y van como las olas del mar, y nuestro cerebro los puede resistir sin ningún problema. Al principio sufriremos como siempre, quizá necesitemos de varios envites de ansiedad para darnos cuenta, pero pronto descubriremos que el pozo que no tenía fondo, si que lo tiene en verdad, y nos encontramos justamente en él; es más, tomaremos conciencia de que estar en el fondo no nos hace daño, y a partir de ese momento sólo nos quedará subir.

El momento en que sintáis esto, que el TOC tiene límites y ya los conocéis, marcará el punto de inflexión. A partir de entonces, si no alimentáis las obsesiones ni lucháis contra ellas, vuestra mejoría será constante día tras día, aunque a veces os parezca lenta. Da igual qué creencias, qué obsesiones o qué convicciones tengáis. Pasarán unos meses, quizá un año, para sentir una reducción significativa en su intensidad. Después, en los casos más largos, aparecerán conatos de obsesión durante unos pocos años, alternados con largos periodos de calma. Y esos conatos de obsesión, como no encontrarán alimento ni barreras, pasarán a través de vosotros sin haceros sufrir, haciendoos cada vez más fuertes. Cada nueva crisis os hará más y más fuertes, y por tanto ella será más débil, hasta que un día tenga la fuerza de un simple recuerdo.

Quizá algún día fracaséis y alimentéis la obsesión con compulsiones, o luchéis contra ella con malos artificios (repito que muchos terapeutas enseñan técnicas que son muy eficaces y que podéis compaginar perfectamente con esto, para atajar una obsesión de raíz). No os preocupéis, aunque os sintáis mal de nuevo, comprenderéis de inmediato que os habéis desviado del camino, y en cuanto rectifiquéis recobraréis la normalidad con una rapidez que os asombrará. Os sorprenderéis sinceramente; es un camino sin marcha atrás. Cuanto más constantes seáis en no alimentar la obsesión ni tampoco rebelaros contra ella más rápido derrotaréis el TOC por completo.
Y un día conseguiréis que cuando aparezca cualquier preocupación con asomo de convertirse en obsesión (las obsesiones que tuvisteis en el pasado se habrán convertido en recuerdos completamente inocuos) elegiréis conscientemente no caer en ella, y por si sola desaparecerá. Vuestra mente es inteligente, y siendo consciente de que un procedimiento funciona y de cual será invariablemente el resultado final, preferirá ahorrar tiempo y esfuerzos y desechará la obsesión de forma automática.

ASÍ QUE EN RESUMEN:
1 NO ALIMENTÉIS CONSCIENTEMENTE VUESTRA OBSESIÓN. No busquéis pensar en ella por propia voluntad y no ejecutéis las compulsiones. Si no aguantáis la tensión dedicad un tiempo reducido cada día a dar rienda suelta a vuestra obsesión, y no os salgáis de él bajo ninguna circunstancia. El resto del tiempo dejad simplemente que los pensamientos fluyan, sin forzarlos en uno u otro sentido.

2 NO OS RESISTÁIS A LOS PENSAMIENTOS QUE VENGAN POR SI SOLOS, ACOSTUMBRÁOS A LAS PEORES SENSACIONES DEL TOC. Cuando os adaptéis a ello veréis que había mucho ruido y pocas nueces.

EN DEFINITIVA, TODO CONSISTE EN TENER UNA ACTITUD LO MÁS PASIVA POSIBLE RESPECTO A NUESTROS PENSAMIENTOS OBSESIVOS, SIN ALIMENTARLOS NI DEDICAR ESFUERZOS A BLOQUEARLOS, VIÉNDOLOS PASAR COMO NUBES. A MAYOR PASIVIDAD FRENTE A LAS OBESIONES, MÁS RÁPIDO DESAPARECERÁN

EN NUESTRA MENTE DEBEMOS SER COMO UNA PIEDRA FIRME QUE CAE AL FONDO DE LOS PENSAMIENTOS, LOS CUALES SON VIENTO, UN AUTÉNTICO VENDAVAL CUANDO NOS OBSESIONAMOS. Y CUANTO MÁS DURA Y PESADA SEA LA PIEDRA, MÁS DÉBIL SERÁ EL VIENTO, HASTA CONVERTIRSE EN UNA BRISA AGRADABLE. Y LLEGARÁ UN DÍA EN QUE PODREMOS ELEGIR EL VIENTO.

Tengo una teoría sobre el TOC. No creo que sea una enfermedad, en el sentido destructivo del término, sino un procedimiento natural de adaptación. Veréis, todos los obsesivos somos gente muy sensible, y como ocurre con tantas otras cosas, la naturaleza ha previsto un mecanismo para fortalecernos. Los animales y las plantas, cuando se introduce un cambio en su medio, se adaptan generalmente a él, y es la forma que tiene la naturaleza de fortalecerlos.

Sin embargo, los seres humanos actuamos mediante un patrón diferente, que consiste en adaptar el medio a nosotros mismos, y lo hacemos empleando la razón. No hay ningún animal que siga este patrón, y gracias a él hemos tomado el control de la pirámide ecológica. Sin embargo, es una fuerza inútil contra las obsesiones. Hay que recordar que las obsesiones son procesos racionales, y como tales, por definición, se nutren precisamente de la razón. Por eso caemos en una espiral infinita de rumiaciones, compulsiones y ansiedad, que no lleva a ninguna parte. En resumen, la naturaleza dispone las obsesiones para fortalecernos, y el hecho de adaptarnos a ellas es un acto de evolución de cara a la vida, nos endurece frente al sufrimiento.
Actualmente sigo siendo una persona obsesiva, porque esa es la esencia de mi personalidad, pero como ahora puedo elegir qué obsesiones me interesan y cuáles no, sólo tengo cabida para las positivas. Sí, aunque os suene extraño, existen las obsesiones positivas. La más conocida es el enamoramiento, pero hay muchísimas otras. Por ejemplo, escribir una novela, pintar un cuadro, planificar un proyecto, incluso inventar un idioma o imaginar un país y luego viajar por él como si descubriéramos cada rincón. No, no es que me haya vuelto una persona cerrada e introvertida, perdida en su imaginación. Al revés, he cultivado una vida rica en emociones, creativa y productiva, y además de eso mi mente se ha convertido en un lugar placentero y acogedor donde encontrar reposo. Si antes me aterraba el sólo hecho de pensar, ahora disfruto utilizando y viajando a través de mi mente.

Esto se debe a que uno de los rasgos de las personalidades obsesivas es, justamente, una desbordante actividad cerebral. Y no imagináis qué potencial tiene eso. Cuando padecemos obsesiones nuestras ideas se ahogan en un oleaje de sufrimiento. Pero cuando logramos encauzar toda esa energía hacia nuestros deseos somos capaces de prodigios.

Por último, os pido que cuando logréis erradicar el TOC de vuestras vidas, os acordéis de las personas que, como vosotros en este momento, acuden a un foro buscando esperanza. Cuando estuve como vosotros encontré muchos mensajes de gente que estaba también pasándolo mal, y había muy pocos mensajes de esperanza y superación. La gente tiende a desentenderse del TOC cuando lo vencen, y a menudo no nos damos cuenta de que nuestra experiencia puede ser útil a otros.

Así que, por favor, cuando lo superéis, contad vuestra experiencia en los foros, dad esperanza a otras personas. A ver si entre todos, entre los que sufrís y los terapeutas que se desviven por nosotros, logramos que el TOC conozca el agrio sabor de la tierra.
1. Matatoc.
 
Esta es la experiencia de Matatoc (como he dejado claro). A mí me ha servido muchísimo y creo que es la razón fundamental que me ha llevado a mi situción actual. Hoy día el toc no me hace sufrir, aunque siempre estoy un poco alerta ante los pensamientos.Un abrazo.
 
Última edición:
Yo hoy he comprobado seis veces si mis respuestas de la parte test de un examen estaban bien pasadas a la plantilla. Seis veces. SEIS. El test entero. Quería entregarlo tras la primera comprobación y volver a mi casa, pero no. Seis. Así, sin despeinarme ni nada :triste:.

En general, ahora mi TOC está bastante controlado la mayor parte del tiempo. Voy a rachas. Con el estrés resurgen algunos hábitos. El de la limpieza y sobre todo el de la higiene personal me martirizan a veces. Al menos ahora ya no me hago sangre dándome mil jabonadas y frotando la piel con un guante de crin como si no hubiera un mañana. Ahora tres jabonadas bastan. Ay qué triste, por Dió' :lagrimones:.

Tenía yo curiosidad por saber si alguien más tenía esta manía-hábitomaligno-tormento (es que es un poco raro y me da hasta vergüenza :facepalm:): soy una individua con permanente ritmo y música en la cabeza, y por consiguiente siempre -siempre- estoy siguiendo algún ritmo interiormente, algo que materializo de forma invisible a los demás con leves contracciones musculares en brazos, piernas, espalda, manos y por doquier. Por supuesto, la cosa incluye igualar el patrón rítmico de contracciones musculares en cada lado del cuerpo. Luego me sorprendo de las mil contracturas que tengo :no:.

Ah, y algo supermolesto también es cuando al hablar no puedo parar de teclear mentalmente (y también con pequeñas contracciones musculares en los dedos de las manos) todo lo que pronuncio. O todo lo que pienso. O todo lo que dicen los demás. Muero. Es terrible :'(. Pero esto solo a temporadas, menos mal.

Lo de la obsesión por la ortografía es un capítulo aparte. Solo diré -y negaré siempre haberlo dicho- que en el pasado, de vez en cuando, aparecían misteriosa y anónimamente corregidos con boli rojo algunos papeles y documentos de tablones de anuncios y similares. Ni idea, oye, todo un enigma. :facepalm:
La verdad es que lo del TOC, si no fuera por lo mal que nos lo hace pasar, así contado es hasta divertido. Muy surrealista ello :animadora:.
 
@Cronopio, de verdad que suena de divertido, me he reído un tanto. Aunque entiendo que el TOC puede llegar a ser un tema complejo. En mi caso no lo padezco; tengo la impresión de que no existe comorbilidad entre TDA y TOC (difícilmente podría obsesionarme con lo que sucede a mi alrededor si me la paso en la luna).
 
"Me la paso en la luna" XD, me gusta mucho esa expresión, @Virnatio.

¡Andá!, pues entre TDA y TOC no parece haber, pero entre TOC y TDAH existe bastante comorbilidad. A ti te debe de librar la hache (afortunado vos). Mira tú, y Justin Timberlake ha revelado que sufre ambos trastornos. Nuestro Justino con trastornos. Quién nos lo iba a decir.
 
Recomiendo ver la obra de teatro TOC TOC. Yo la vi en Madrid hace cinco años y está muy bien, muy divertida. Personalmente no tengo ningún TOC; excepto quizás....
 
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