La carne viva es siempre palpitante, acuosa y el potencial de las emociones en la piel. Es tímida, se esconde y teme ser hallada; sin embargo, la siento, ebulle por adentro y me forma.
Todos estos años que he vivido en la piel han sido el envoltorio de una vida sin profundidad, sin base, sin nada debajo. Respondiendo a estímulos internos y externos, la piel cree que lo dice todo; pero no es así.
Hay una verdad que no aflora y que prefiere no ser vista. Solamente necesita ser escuchada por el sexto sentido de la emoción. Nuestra conciencia sabe que la emoción no nos rodea sino que nos incluye.
Todos estos años que he vivido en la piel han sido el envoltorio de una vida sin profundidad, sin base, sin nada debajo. Respondiendo a estímulos internos y externos, la piel cree que lo dice todo; pero no es así.
Hay una verdad que no aflora y que prefiere no ser vista. Solamente necesita ser escuchada por el sexto sentido de la emoción. Nuestra conciencia sabe que la emoción no nos rodea sino que nos incluye.