S
Sonia
La fobia social tiene un origen genético: está asociada a un gen implicado en el transporte de serotonina.

El equipo investigador: Andreas Forstner (sentado),
Rupert Conrad y la psicóloga Stefanie Rambau.
© Foto: Katharina Wislsperger/UKB-Ukom
El trastorno de ansiedad social tiene en parte un origen genético, según ha descubierto un estudio del que vamos a hablar hoy. Un gen implicado en el transporte de serotonina (un neurotransmisor que contribuye a la sensación de bienestar) juega un papel fundamental en la manifestación de la fobia social. El trastorno de ansiedad social (TAS), también conocido como fobia social, es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo persistente a una o más situaciones sociales por temor a que resulten embarazosas. Este temor puede ser desencadenado por el escrutinio (percibido o real) de otras personas. Es el trastorno de ansiedad más común y uno de los más comunes entre los trastornos psiquiátricos. Tiene en parte un origen genético: un estudio ha descubierto que un gen implicado en el transporte de serotonina (un neurotransmisor que contribuye a la sensación de bienestar) juega un papel fundamental en la manifestación de la fobia social. Los resultados de esta investigación se publicaron en la revista Psychiatric Genetics, según informa la Universidad de Bonn en un comunicado.
El trastorno de ansiedad social (TAS) es el trastorno de ansiedad más común y uno de los más extendidos entre los trastornos psiquiátricos. Una persona que lo padezca teme el juicio y la percepción que los demás tengan de ella y experimenta una auténtica angustia cuando tiene que relacionarse con otras personas. En ocasiones puede provocar un profundo pánico y otros síntomas alarmantes, como cansancio moral y físico, angustia crónica, taquicardia e incluso depresión.
Estos trastornos no son muy bien conocidos por la ciencia, y al igual que ocurre con otras enfermedades mentales, los científicos desconocen si la genética influye en su manifestación, o si es el medio ambiente es el que provoca los síntomas, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento. Este nuevo estudio arroja luz sobre esta incertidumbre aclarando que al menos un gen implicado en el transporte de serotonina está implicado en el inicio de los síntomas del TAS. Los investigadores analizaron los genomas de 321 pacientes afectados por TAS y de otras 804 personas sanas, con la finalidad de identificar posibles genes asociados a este trastorno. Analizaron específicamente el SNP (Polimorfismo de nucleótido único), una variación en la secuencia de ADN que representa el 90% del total de la variación genética humana. Existen alrededor de 3 mil millones de pares de bases (o bloques de construcción) en un genoma humano y alrededor de 10 millones de SNP en cada ser humano. Un par de bases representa a dos nucleótidos opuestos y complementarios en las cadenas de ADN y ARN que están conectadas por puentes de hidrógeno.
Situaciones que provocan ansiedad con mayor frecuencia:
En términos de prevalencia, en una muestra de 88 adultos con Fobia social las situaciones sociales ansiogénicas más prevalentes son:
- Hablar en público (99%).
- Charla informal/reuniones (88%).
- Acudir a fiestas (76%).
- Mantener una conversación (64%).
- Iniciar una conversación (60%).
- Comer/beber en público (39%).
- Escribir en público (31%).
- Utilizar un lavabo público (8%).[19]
Se suele desarrollar en la juventud, después de la adolescencia. Su aparición es mucho más común de lo que se piensa popularmente, y no hay que considerar esta fobia como extraña. Aceptarlo abiertamente en público es el mejor modo de comenzar a superarlo, para poder intentar sentirse mejor comprendido y de ese modo, aminorar la angustia. Los síntomas pueden presentarse al inicio de la adolescencia y pueden continuar durante toda la vida, lo que tiene graves consecuencias negativas en la vida social, laboral y afectiva. A menudo las personas cercanas suelen confundir erróneamente la fobia social con la timidez, pero una persona que padezca fobia social no tiene por qué ser necesariamente tímida. Actualmente está creciendo exponencialmente el número de trabajos sobre inteligencia emocional en distintos ámbitos de la psicología clínica, y entre ellos, la relación entre inteligencia emocional y la fobia social. En la mayoría de los casos, los síntomas físicos del trastorno son: ruborización, sudoración excesiva, temblor, palpitaciones y náusea. Por otro lado, pueden presentarse respuestas conductuales a las situaciones temidas, como es el caso del habla acelerada, y otras estrategias de afrontamiento. También pueden ocurrir ataques de pánico. Algunas personas utilizan el alcohol y otras drogas para reducir sus temores e inhibiciones en eventos sociales. Por lo anterior, las personas con este trastorno pueden sufrir alcoholismo y otros tipos de abuso de sustancias.
Definición y características.
Como cualquier fobia, se centra en un miedo intenso, persistente y crónico (grave para considerarse fobia) a ser juzgado, avergonzado, humillado o hacer el ridículo, que se pone de manifiesto en varios tipos de situaciones, entre las que destacan:
- Hablar en público, como intervenir en clase o realizar una exposición (glosofobia).
- Reuniones sociales en las que tendrá que relacionarse (fiestas, eventos, etc.).
- Encuentros inesperados con conocidos, familiares, amigos, etc.
Estos temores pueden ser desencadenados por medio del escrutinio de las acciones de los demás. El sentimiento de miedo es tan intenso, que en este tipo de situaciones la persona se pone nerviosa tan sólo con pensar en ello (ansiedad anticipatoria), e intenta esforzarse para controlar o suprimir la ansiedad. Estas situaciones y otra serie de sucesos hacen que el que la padezca se sienta inseguro, acechado, incómodo, con sensaciones intensas y desagradables acerca de lo que pueden estar hablando, pensando o juzgando de él (cierta paranoia), y síntomas evidentes de ansiedad. Si bien el miedo a la interacción social puede ser reconocido por la persona como excesivo o irracional, su superación puede ser bastante difícil. Los síntomas físicos que acompañan a menudo el trastorno de ansiedad social incluyen rubor, sudoración profusa (hiperhidrosis), temblores, palpitaciones, náuseas, tartamudez, a menudo acompañada de un discurso acelerado. Pueden ocurrir ataques de pánico en virtud del intenso miedo y malestar. Un diagnóstico precoz puede ayudar a minimizar los síntomas y el desarrollo de problemas adicionales, como la depresión. Las situaciones temidas pueden ser numerosas, y en este caso se trata del subtipo generalizado (fobia social generalizada) (ej. concurrir a fiestas o reuniones, conocer gente nueva, participar de pequeños grupos de trabajo, realizar conquistas amorosas, etc.) o únicas y específicas (fobia social específica), de subtipo discreto (ej. dar un discurso, actuar frente al público, ir al baño cuando hay personas en el ambiente contiguo, etc.).

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Fobia_social
Signos y síntomas.
El trastorno de ansiedad social (TAS), también conocido como fobia social, es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo persistente a una o más situaciones sociales por temor a que resulten embarazosas. Este temor puede ser desencadenado por el escrutinio (percibido o real) de otras personas. Quienes padecen de fobia social experimentan un temor exagerado a ser objeto de juicios negativos por parte de otros. Es por ello que evitan de modo constante un gran número de actividades de orden social ya que cuando se exponen a las mismas sufren una gran tensión y síntomas ansiosos tales como:
- Síntomas físicos:
Rubor.
Transpiración profusa, especialmente en las manos (hiperhidrosis).
Temblores en manos o pies.
Palpitaciones, taquicardias; dolor u opresión torácica.
Dificultad para respirar (disnea), sensación de falta de aire.
Molestias gastrointestinales: dolor abdominal, sensación de vacío en el estómago (epigastrio), dispepsia, descomposición intestinal.
Tartamudez o "temblor" en la voz.
Agarrotamiento y tensión muscular.
Deseo urgente de orinar.
Sensación de opresión en la cabeza o cefaleas, mareos, náuseas, sensación de fatiga, sequedad bucal.
Sensación de frío (escalofríos) o calor.
Confusión.
Insomnio
- Síntomas cognitivos y emocionales:
Miedo a bloquearse mentalmente, tartamudear, toser, etc.
Temor a la evaluación negativa, la persona piensa que está siendo juzgado o criticado por los demás.
Pensamientos negativos (ej. "voy a hacer el ridículo”, “quedaré bloqueado y no sabré que decir", "seguro que no les interesa mi opinión”, etc.).
Sensación de irrealidad (desrealización o despersonalización).
Sensación de que todos lo están observando y enjuiciando.
Temor y creencia de ser visto como ansioso, débil, raro, loco o estúpido.
Temor extremo a conocer gente nueva.
Temor y creencia de no saber comportarse de un modo adecuado o competente.
Evasión total de un evento social (aislamiento).
Ansiedad intensa frente a un grupo de personas.
Temor a manifestar síntomas de ansiedad.
- Conductas de seguridad: Desde el punto de vista comportamental, algunas personas anticipan y evitan las situaciones sociales temidas, mientras que otras personas las afrontan pero recurren a "conductas de seguridad", es decir, conductas con las que intentan protegerse de un modo u otro para atenuar o suprimir la ansiedad. Las conductas de seguridad atenúan la ansiedad a corto plazo, pero la refuerzan a medio y largo plazo
El equipo investigador: Andreas Forstner (sentado),
Rupert Conrad y la psicóloga Stefanie Rambau.
© Foto: Katharina Wislsperger/UKB-Ukom
El trastorno de ansiedad social tiene en parte un origen genético, según ha descubierto un estudio del que vamos a hablar hoy. Un gen implicado en el transporte de serotonina (un neurotransmisor que contribuye a la sensación de bienestar) juega un papel fundamental en la manifestación de la fobia social. El trastorno de ansiedad social (TAS), también conocido como fobia social, es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo persistente a una o más situaciones sociales por temor a que resulten embarazosas. Este temor puede ser desencadenado por el escrutinio (percibido o real) de otras personas. Es el trastorno de ansiedad más común y uno de los más comunes entre los trastornos psiquiátricos. Tiene en parte un origen genético: un estudio ha descubierto que un gen implicado en el transporte de serotonina (un neurotransmisor que contribuye a la sensación de bienestar) juega un papel fundamental en la manifestación de la fobia social. Los resultados de esta investigación se publicaron en la revista Psychiatric Genetics, según informa la Universidad de Bonn en un comunicado.
El trastorno de ansiedad social (TAS) es el trastorno de ansiedad más común y uno de los más extendidos entre los trastornos psiquiátricos. Una persona que lo padezca teme el juicio y la percepción que los demás tengan de ella y experimenta una auténtica angustia cuando tiene que relacionarse con otras personas. En ocasiones puede provocar un profundo pánico y otros síntomas alarmantes, como cansancio moral y físico, angustia crónica, taquicardia e incluso depresión.
Estos trastornos no son muy bien conocidos por la ciencia, y al igual que ocurre con otras enfermedades mentales, los científicos desconocen si la genética influye en su manifestación, o si es el medio ambiente es el que provoca los síntomas, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento. Este nuevo estudio arroja luz sobre esta incertidumbre aclarando que al menos un gen implicado en el transporte de serotonina está implicado en el inicio de los síntomas del TAS. Los investigadores analizaron los genomas de 321 pacientes afectados por TAS y de otras 804 personas sanas, con la finalidad de identificar posibles genes asociados a este trastorno. Analizaron específicamente el SNP (Polimorfismo de nucleótido único), una variación en la secuencia de ADN que representa el 90% del total de la variación genética humana. Existen alrededor de 3 mil millones de pares de bases (o bloques de construcción) en un genoma humano y alrededor de 10 millones de SNP en cada ser humano. Un par de bases representa a dos nucleótidos opuestos y complementarios en las cadenas de ADN y ARN que están conectadas por puentes de hidrógeno.
Situaciones que provocan ansiedad con mayor frecuencia:
En términos de prevalencia, en una muestra de 88 adultos con Fobia social las situaciones sociales ansiogénicas más prevalentes son:
- Hablar en público (99%).
- Charla informal/reuniones (88%).
- Acudir a fiestas (76%).
- Mantener una conversación (64%).
- Iniciar una conversación (60%).
- Comer/beber en público (39%).
- Escribir en público (31%).
- Utilizar un lavabo público (8%).[19]
Se suele desarrollar en la juventud, después de la adolescencia. Su aparición es mucho más común de lo que se piensa popularmente, y no hay que considerar esta fobia como extraña. Aceptarlo abiertamente en público es el mejor modo de comenzar a superarlo, para poder intentar sentirse mejor comprendido y de ese modo, aminorar la angustia. Los síntomas pueden presentarse al inicio de la adolescencia y pueden continuar durante toda la vida, lo que tiene graves consecuencias negativas en la vida social, laboral y afectiva. A menudo las personas cercanas suelen confundir erróneamente la fobia social con la timidez, pero una persona que padezca fobia social no tiene por qué ser necesariamente tímida. Actualmente está creciendo exponencialmente el número de trabajos sobre inteligencia emocional en distintos ámbitos de la psicología clínica, y entre ellos, la relación entre inteligencia emocional y la fobia social. En la mayoría de los casos, los síntomas físicos del trastorno son: ruborización, sudoración excesiva, temblor, palpitaciones y náusea. Por otro lado, pueden presentarse respuestas conductuales a las situaciones temidas, como es el caso del habla acelerada, y otras estrategias de afrontamiento. También pueden ocurrir ataques de pánico. Algunas personas utilizan el alcohol y otras drogas para reducir sus temores e inhibiciones en eventos sociales. Por lo anterior, las personas con este trastorno pueden sufrir alcoholismo y otros tipos de abuso de sustancias.
Definición y características.
Como cualquier fobia, se centra en un miedo intenso, persistente y crónico (grave para considerarse fobia) a ser juzgado, avergonzado, humillado o hacer el ridículo, que se pone de manifiesto en varios tipos de situaciones, entre las que destacan:
- Hablar en público, como intervenir en clase o realizar una exposición (glosofobia).
- Reuniones sociales en las que tendrá que relacionarse (fiestas, eventos, etc.).
- Encuentros inesperados con conocidos, familiares, amigos, etc.
Estos temores pueden ser desencadenados por medio del escrutinio de las acciones de los demás. El sentimiento de miedo es tan intenso, que en este tipo de situaciones la persona se pone nerviosa tan sólo con pensar en ello (ansiedad anticipatoria), e intenta esforzarse para controlar o suprimir la ansiedad. Estas situaciones y otra serie de sucesos hacen que el que la padezca se sienta inseguro, acechado, incómodo, con sensaciones intensas y desagradables acerca de lo que pueden estar hablando, pensando o juzgando de él (cierta paranoia), y síntomas evidentes de ansiedad. Si bien el miedo a la interacción social puede ser reconocido por la persona como excesivo o irracional, su superación puede ser bastante difícil. Los síntomas físicos que acompañan a menudo el trastorno de ansiedad social incluyen rubor, sudoración profusa (hiperhidrosis), temblores, palpitaciones, náuseas, tartamudez, a menudo acompañada de un discurso acelerado. Pueden ocurrir ataques de pánico en virtud del intenso miedo y malestar. Un diagnóstico precoz puede ayudar a minimizar los síntomas y el desarrollo de problemas adicionales, como la depresión. Las situaciones temidas pueden ser numerosas, y en este caso se trata del subtipo generalizado (fobia social generalizada) (ej. concurrir a fiestas o reuniones, conocer gente nueva, participar de pequeños grupos de trabajo, realizar conquistas amorosas, etc.) o únicas y específicas (fobia social específica), de subtipo discreto (ej. dar un discurso, actuar frente al público, ir al baño cuando hay personas en el ambiente contiguo, etc.).
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Fobia_social
Signos y síntomas.
El trastorno de ansiedad social (TAS), también conocido como fobia social, es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo persistente a una o más situaciones sociales por temor a que resulten embarazosas. Este temor puede ser desencadenado por el escrutinio (percibido o real) de otras personas. Quienes padecen de fobia social experimentan un temor exagerado a ser objeto de juicios negativos por parte de otros. Es por ello que evitan de modo constante un gran número de actividades de orden social ya que cuando se exponen a las mismas sufren una gran tensión y síntomas ansiosos tales como:
- Síntomas físicos:
Rubor.
Transpiración profusa, especialmente en las manos (hiperhidrosis).
Temblores en manos o pies.
Palpitaciones, taquicardias; dolor u opresión torácica.
Dificultad para respirar (disnea), sensación de falta de aire.
Molestias gastrointestinales: dolor abdominal, sensación de vacío en el estómago (epigastrio), dispepsia, descomposición intestinal.
Tartamudez o "temblor" en la voz.
Agarrotamiento y tensión muscular.
Deseo urgente de orinar.
Sensación de opresión en la cabeza o cefaleas, mareos, náuseas, sensación de fatiga, sequedad bucal.
Sensación de frío (escalofríos) o calor.
Confusión.
Insomnio
- Síntomas cognitivos y emocionales:
Miedo a bloquearse mentalmente, tartamudear, toser, etc.
Temor a la evaluación negativa, la persona piensa que está siendo juzgado o criticado por los demás.
Pensamientos negativos (ej. "voy a hacer el ridículo”, “quedaré bloqueado y no sabré que decir", "seguro que no les interesa mi opinión”, etc.).
Sensación de irrealidad (desrealización o despersonalización).
Sensación de que todos lo están observando y enjuiciando.
Temor y creencia de ser visto como ansioso, débil, raro, loco o estúpido.
Temor extremo a conocer gente nueva.
Temor y creencia de no saber comportarse de un modo adecuado o competente.
Evasión total de un evento social (aislamiento).
Ansiedad intensa frente a un grupo de personas.
Temor a manifestar síntomas de ansiedad.
- Conductas de seguridad: Desde el punto de vista comportamental, algunas personas anticipan y evitan las situaciones sociales temidas, mientras que otras personas las afrontan pero recurren a "conductas de seguridad", es decir, conductas con las que intentan protegerse de un modo u otro para atenuar o suprimir la ansiedad. Las conductas de seguridad atenúan la ansiedad a corto plazo, pero la refuerzan a medio y largo plazo