Dina
Usuario poco activo
Me llamo Dina, soy española, mañana cumplo 23 años y me acaban de diagnosticar principio de TPE. No ha sido un buen regalo, precisamente. En parte dudo que alguien quiera leer esto pero como mi parte racional me dice que es una buena idea compartir mi historia en este foro, le haré caso. Espero que tenga razón.
Soy la pequeña de tres hermanas, las dos me llevan una cantidad considerable de años. Mi hermana mayor siempre fue la inteligente, mi ejemplo a seguir, hasta que se enemistó con mis padres y se largó de casa cuando yo tenía 9 años. Mi hermana mediana era la rebelde, la que no estudiaba ni se tomaba en serio su futuro. Visto ahora no me extraña que mis padres se volcaran en mí y me moldearan para ser la "hija perfecta", la única que podía tener éxito en las expectativas que ellos tenían y demostrarle a las hijas malas que ellos eran buenos padres por conseguir una hija adecuada. Volcaban en mí todos sus deseos, sus frustraciones de toda índole y me hacían responsable de absolutamente todo lo que ocurría en casa. Si a mi padre le iba mal en el trabajo, era mi culpa porque tardé mucho en el baño y él llegó tarde a trabajar. Si mi madre tenía que estar más tiempo del que quería haciendo algo era mi culpa porque no me dignaba a ayudarla. Si alguno se sentía de determinada manera era mi culpa porque había hecho algo que les había provocado esa emoción que no les gustaba; y podría seguir con muchísimos ejemplos. Me educaron con la idea de que tenía que ser mejor que mis hermanas en todo, sobre todo que mi hermana mayor. Solo me mostraban algo de afecto cuando conseguía buenos resultados, tenía que ganarme su amor y su aprobación. Crecí pensando que ese tipo de conducta era la normal y fui feliz, o mejor dicho, creía ser feliz hasta que empecé la universidad.
En el colegio y en el instituto había sufrido bullying, pero ni punto de comparación con el que sufrí en la universidad. Llegaba a tal punto que más de una vez mis compañeros intentaron tirarme por las escaleras. Tenía tanto pánico de ir a la facultad que estuve casi un año evitando ir a clases y acumulando convocatorias. Suspendía casi todas las asignaturas, mis compañeros de la facultad (y de otras facultades que conocí con los años) me trataban fatal y acabé con una depresión que duró casi dos años sin que yo me diera cuenta de lo que era. Solo podía pensar en lo inútil que era por no poder ir a clases, por salir corriendo de los exámenes por el pánico a que me suspendieran más si lo hacía mal (como sabía que iba a ocurrir), por fallar a mis padres por no sacar la carrera que con tanto esfuerzo me estaban pagando y que ellos tanto deseaban que yo terminara para que tuviera el título universitario que mi hermana mayor nunca consiguió. Poco a poco los pocos amigos que tenía me fueron abandonando y me vi completamente aislada del mundo, además de con unos niveles de ansiedad y estrés tan altos que mi cuerpo no podía soportar físicamente.
Finalmente decidí dejar la universidad pero estuve cuatro meses intentando reunir el valor para decírselo a mis padres. A lo largo de la carrera había intentado decírselo varias veces pero siempre me decían cosas como: "es que no te esfuerzas lo suficiente, eres vaga e irresponsable", "si no tienes amigos en clase es que haces algo mal, es tu culpa", "mira lo que pasó con tu hermana, no terminó la carrera y no tiene dinero para pagar el alquiler". Las expectativas que tenían puestas en mí eran titánicas y jamás he podido contemplar la posibilidad de fallar en algo sin sentirme una inútil y una fracasada. Mi nivel de ansiedad era tan alto todos los días que mis padres acabaron averiguando que quería dejar la carrera. Les conté lo del bullying y pocos días después fueron ellos solos, sin mí, a consultar a un abogado si se podía denunciar ese tipo de acoso pero como soy mayor de edad tenía que ser yo la que pusiera la denuncia. Quisieron obligarme a hacerlo pero tenía tanto miedo que me negué. Era la primera vez que me negaba a algo que ellos me decían así que me exigieron ir a un psicólogo y arreglar "mis tonterías" para que denunciara.
Eso ha sido hace dos meses escasos. Gracias a la terapia me di cuenta, en cuestión de pocas semanas, que mi madre tiene no uno sino varios Trastornos de Personalidad (Límite y Narcisista sobre todo) y otras patologías, y que nuestra relación (y la de toda mi familia) se basa únicamente en el abuso y el maltrato emocional. Lleva toda su vida así, ha tenido muchas oportunidades para ir a terapia y no ha querido tratarse, por lo que a estas alturas no puedo intentar que cambie. Me costó asimilarlo pero lo conseguí. Hasta que esta semana mi psicóloga me comentó que tenía principio de TPE.
En parte es un alivio, pero no me entendáis mal. Llevo toda mi vida sabiendo que algo me pasaba, sobre todo estos últimos años. Que no era normal que solo tuviera una amiga, que me diera pánico intentar mantener una conversación normal con cualquier persona, que me diera pánico reunirme con gente o que sea incapaz de someterme a la crítica más ligera por el pánico a la crítica y el rechazo. Por fin sé lo que es, soy capaz de ponerle un nombre y sé exactamente a lo que me estoy enfrentando todos los días. No es una situación ideal, he llegado a tener episodios de agorafobia, pero es algo real que le pasa a más personas, no algo que está en mi cabeza como había temido hasta ahora.
Quizá este deseo de querer cambiar es lo que me ayude a superar todo esto algún día, pero ahora mismo estoy aterrorizada.
Soy la pequeña de tres hermanas, las dos me llevan una cantidad considerable de años. Mi hermana mayor siempre fue la inteligente, mi ejemplo a seguir, hasta que se enemistó con mis padres y se largó de casa cuando yo tenía 9 años. Mi hermana mediana era la rebelde, la que no estudiaba ni se tomaba en serio su futuro. Visto ahora no me extraña que mis padres se volcaran en mí y me moldearan para ser la "hija perfecta", la única que podía tener éxito en las expectativas que ellos tenían y demostrarle a las hijas malas que ellos eran buenos padres por conseguir una hija adecuada. Volcaban en mí todos sus deseos, sus frustraciones de toda índole y me hacían responsable de absolutamente todo lo que ocurría en casa. Si a mi padre le iba mal en el trabajo, era mi culpa porque tardé mucho en el baño y él llegó tarde a trabajar. Si mi madre tenía que estar más tiempo del que quería haciendo algo era mi culpa porque no me dignaba a ayudarla. Si alguno se sentía de determinada manera era mi culpa porque había hecho algo que les había provocado esa emoción que no les gustaba; y podría seguir con muchísimos ejemplos. Me educaron con la idea de que tenía que ser mejor que mis hermanas en todo, sobre todo que mi hermana mayor. Solo me mostraban algo de afecto cuando conseguía buenos resultados, tenía que ganarme su amor y su aprobación. Crecí pensando que ese tipo de conducta era la normal y fui feliz, o mejor dicho, creía ser feliz hasta que empecé la universidad.
En el colegio y en el instituto había sufrido bullying, pero ni punto de comparación con el que sufrí en la universidad. Llegaba a tal punto que más de una vez mis compañeros intentaron tirarme por las escaleras. Tenía tanto pánico de ir a la facultad que estuve casi un año evitando ir a clases y acumulando convocatorias. Suspendía casi todas las asignaturas, mis compañeros de la facultad (y de otras facultades que conocí con los años) me trataban fatal y acabé con una depresión que duró casi dos años sin que yo me diera cuenta de lo que era. Solo podía pensar en lo inútil que era por no poder ir a clases, por salir corriendo de los exámenes por el pánico a que me suspendieran más si lo hacía mal (como sabía que iba a ocurrir), por fallar a mis padres por no sacar la carrera que con tanto esfuerzo me estaban pagando y que ellos tanto deseaban que yo terminara para que tuviera el título universitario que mi hermana mayor nunca consiguió. Poco a poco los pocos amigos que tenía me fueron abandonando y me vi completamente aislada del mundo, además de con unos niveles de ansiedad y estrés tan altos que mi cuerpo no podía soportar físicamente.
Finalmente decidí dejar la universidad pero estuve cuatro meses intentando reunir el valor para decírselo a mis padres. A lo largo de la carrera había intentado decírselo varias veces pero siempre me decían cosas como: "es que no te esfuerzas lo suficiente, eres vaga e irresponsable", "si no tienes amigos en clase es que haces algo mal, es tu culpa", "mira lo que pasó con tu hermana, no terminó la carrera y no tiene dinero para pagar el alquiler". Las expectativas que tenían puestas en mí eran titánicas y jamás he podido contemplar la posibilidad de fallar en algo sin sentirme una inútil y una fracasada. Mi nivel de ansiedad era tan alto todos los días que mis padres acabaron averiguando que quería dejar la carrera. Les conté lo del bullying y pocos días después fueron ellos solos, sin mí, a consultar a un abogado si se podía denunciar ese tipo de acoso pero como soy mayor de edad tenía que ser yo la que pusiera la denuncia. Quisieron obligarme a hacerlo pero tenía tanto miedo que me negué. Era la primera vez que me negaba a algo que ellos me decían así que me exigieron ir a un psicólogo y arreglar "mis tonterías" para que denunciara.
Eso ha sido hace dos meses escasos. Gracias a la terapia me di cuenta, en cuestión de pocas semanas, que mi madre tiene no uno sino varios Trastornos de Personalidad (Límite y Narcisista sobre todo) y otras patologías, y que nuestra relación (y la de toda mi familia) se basa únicamente en el abuso y el maltrato emocional. Lleva toda su vida así, ha tenido muchas oportunidades para ir a terapia y no ha querido tratarse, por lo que a estas alturas no puedo intentar que cambie. Me costó asimilarlo pero lo conseguí. Hasta que esta semana mi psicóloga me comentó que tenía principio de TPE.
En parte es un alivio, pero no me entendáis mal. Llevo toda mi vida sabiendo que algo me pasaba, sobre todo estos últimos años. Que no era normal que solo tuviera una amiga, que me diera pánico intentar mantener una conversación normal con cualquier persona, que me diera pánico reunirme con gente o que sea incapaz de someterme a la crítica más ligera por el pánico a la crítica y el rechazo. Por fin sé lo que es, soy capaz de ponerle un nombre y sé exactamente a lo que me estoy enfrentando todos los días. No es una situación ideal, he llegado a tener episodios de agorafobia, pero es algo real que le pasa a más personas, no algo que está en mi cabeza como había temido hasta ahora.
[Una anécdota: un día tuve que ir a la Seguridad Social a hacer papeleo. Ya de por sí estaba nerviosa por tener que hablar con gente y que quedara en ridículo, y eso fue precisamente lo que me pasó. De vuelta unos hombres me acosaron en el transporte público y cuando llegué a mi casa tuve uno de los peores ataques de ansiedad que he tenido en mi vida. Se lo conté a mis padres y ellos me echan la culpa primero, por dejar que me afecte, y segundo porque tenían razón los que me ridiculizaron en la Seguridad Social, que cómo no había sabido que eran otros papeles los que tenía que entregar y que les hice perder el tiempo. También les había contado lo de los hombres que me acosaron y me culparon porque claro, por mi físico no puedo atraer la atención de nadie, tuve que hacer algo provocativo para que se fijasen en mí. Mi madre usó esto como excusa para dejar su trabajo: "que sepas que he dejado mi trabajo por tu culpa. Estás tan mal que tengo que dejarlo todo para ocuparme de ti porque tú no puedes". Obviamente se arrepintió días después, pero a cambio me culpó porque como no puedo conseguir un trabajo (cosa que tengo pero que ella no quiere reconocerlo como tal) es ella la que tiene que encargarse de pagar las facturas y de paso añadió que no soporta volver a casa de un trabajo que odia por tener que verme la cara. Y no es lo peor que me ha llegado a decir, un cielo de mujer].
Deseo salir de esta situación. He conseguido poner límites a mi familia y poco a poco van viendo que ya no me pueden manipular más, por muy duro que me lo pongan. Creí que ese era el único problema que tenía pero ahora me veo en la situación de tener un Trastorno de Personalidad como mi madre, quizá no tan grave pero Trastorno al fin y al cabo. Sonará muy típico pero tengo miedo de convertirme en ella, de controlar y manipular a extremos tóxicos a todos aquellos a los que quiero solo porque soy una inepta social.
Quizá este deseo de querer cambiar es lo que me ayude a superar todo esto algún día, pero ahora mismo estoy aterrorizada.