Escateret
Usuario veterano
Es siempre una habitación vacía, de paredes blancas y vacías. Podría decir siempre la misma, pero no importa. Está vacía siempre, no hay nada que pueda reconocer. Quedarme en el centro me da vértigo, necesito cerrar los ojos. En pasado estaba llena de cosas, pero me había equivocado cuando las elegí. Nada de aquello era para mi. Cuando me aventuro a recorrer las paredes, las encuentro siempre desagradablemente lisas, decepcionantes.
Solo hay una ventanita pequeña, tan pequeña que no se puede ver nada. Cuando me acerco y me cubro la frente para taparme la luz blanca, puedo ver el puntito luminoso al otro lado, pero no distingo nada. Es también demasiado pequeña para poder pasar. La única forma es pasiva, esperando que se haga oscuro y me entre el sueño. Entonces me envuelve una dulzura embriagante. Saber que hoy se ha acabado. Mañana es mañana. Mañana puede ser diferente, y así puedo dormirme.
Pero cuando me despierto y abro los ojos, es siempre una habitación vacía, de paredes blancas y vacías.
Solo hay una ventanita pequeña, tan pequeña que no se puede ver nada. Cuando me acerco y me cubro la frente para taparme la luz blanca, puedo ver el puntito luminoso al otro lado, pero no distingo nada. Es también demasiado pequeña para poder pasar. La única forma es pasiva, esperando que se haga oscuro y me entre el sueño. Entonces me envuelve una dulzura embriagante. Saber que hoy se ha acabado. Mañana es mañana. Mañana puede ser diferente, y así puedo dormirme.
Pero cuando me despierto y abro los ojos, es siempre una habitación vacía, de paredes blancas y vacías.