Ya veo. Tu pones tu foco no en hacer o no las cosas, sino que en tu mente DEBEN quedar "bien"; tu mente rechaza otra opción a la vez que te cuestionas a ti misma y terminas por considerar que no eres capaz de hacer las cosas bien. Luego viene la culpa, la autoflagelación, y el calvario de ver como se repite una y otra vez la misma situación
Exacto, es exactamente eso. Un ejemplo que ilustra bien esto se dió el año pasado: mi marido y yo nos mudamos a una casa que estaba en condiciones desastrosas, y todo lo que podíamos hacer nosotros lo hicimos solos para ahorrar (para obras más serias sí que vinieron obreros). Y mi marido es de "hacer las cosas YA como sea", y yo soy de "perfección o nada". Así que hemos discutido un montón, y hemos cedido un poco los dos, creo que al final ha sido positivo. Con eso y con las cosas del día a día estoy viendo la necesidad de hacerlas como sea y que queden como queden. Me cuesta, y me queda un resquemor, pero creo que poco a poco lo estoy aprendiendo.
Espero que avanzar en esto me ayude a lanzarme con tranquilidad con las cosas "importantes" sin comerme la cabeza con la perfección.
tocar un instrumento era algo que no valía la pena intentar pues nunca lo llegaría a hacer bien. O se hacia bien o no se hacia. Por que claro, para tocar bien se requerían muchas horas de practica y el tiempo no me daba. De modo que me prive de tales actividades durante gran parte de mi vida.
Mira, yo eso lo he vivido de NIÑA

cosa que me hace darme cuenta de que de pequeña ya razonaba así... De pequeña yo tenía una atracción por los instrumentos musicales, pero me daba vergüenza empezar, porque veía que ya había niños que tocaban, y el hecho de empezar de 0 me parecía un escalón insalvable. Me sentía ya como si fuera "demasiado tarde", de niña

(Qué de hostias me daría si pudiera volver al pasado). Y así viví arrepentida de no haberlo empezado antes.
Hasta que con 18 años me armé de valor y me apunté a clases de VIOLÍN (la cosa más difícil para empezar de adulto, sí señor)

. No sé si soy masoquista o qué, porque el violín al empezar suena a rayos y es frustrante. Pero una vez dado el paso, me gustaba, no me comía tanto la cabeza con el resultado final. De todas formas sí que de semana en semana me agobiaba, cuando iba hacia la clase siempre iba convencida que había practicado poco y en cambio el profe me decía "muy bien, se nota que practicas". Y todas las semanas me venía la angustia igual, pero bueno me gustaba. Hice 5 años y después lo dejé por falta de tiempo. Por desgracia no llegué a coger autonomía y no llegué a dominar bien el vibrato, que es lo que hace que suene bien, así que si ahora me pongo a tocar, suena a principiante. Y bueno, podría juzgarlo como "fracaso" pero no. Estoy contenta de haberlo hecho y llegar hasta donde pude. Tengo que adoptar esa manera de pensar para las demás cosas, pero me cuesta mucho.
He visto tus acuarelas y están muy bien, parece mentira que sean de las primeras que haces! La primera de la que hablas no está en instagram? Yo con la pintura nunca me he puesto. Sí que dibujo de vez en cuando (antes bastante) pero siempre lo dejo en bocetos. Llega un punto en que me parece que si continuo metiendo mano, lo estropearía. Y la pintura realmente no me atrae mucho, me da pereza. En este caso no es el problema de la procastinación, es que me parece demasiado complicado y no me veo...
Creo que quizas lo que puede sacarse en limpio es que debemos encarar y abrazar nuestras supuestas incapacidades; en la medida que seamos capaces de aceptar y amar aquello que nace de otros y que consideramos defectuoso, podremos avanzar.
Es verdad que a veces me censuro en el hacer algunas cosas, y después veo que otros las hacen tan tranquilamente, teniendo las mismas capacidades que yo, y sí que las valoro. Así que tendría que hacerlas yo y valorarlas igual... pero no es nada fácil.