Sirius
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Muy buenas, os comparto una experiencia:
hace ya algunos meses he tenido mi primera visita al psicólogo, animado (o más bien forzado) por mi esposa. Le dije que me echara una mano para buscarlo y encontró por internet un gabinete, que supuestamente abarcaba todos los campos de la piscologia, incluyendo este tipo de transtornos en adultos.
He de decir que aunque ya tengo una edad nunca me había atrevido a ir a un psicólogo a contarle mis problemas, excepto los relacionados con mi trabajo (nos obligan a pasar por el psicólogo cada 2-3 años), pero esos lo único que hacen es pasarnos unos test para rellenar, que luego archivan en el expediente personal de cada uno.
La experiencia no fue nada buena. Muy mala, de hecho. Mi mujer insistió en acompañarme, más que nada para asegurarse de que no me echaba a atrás, me pareció bien porque pensé que me sentiría más seguro con ella a mi lado. Llegamos a la consulta y nos pasaron a una sala de espera, allí vi los primeros detalles que me desconcertaron. Las paredes estaban decoradas con motivos infantiles y con algún diploma de psicología infantil, las otras personas que esperaban eran madres con sus hijos adolescentes, y el formulario que me pasaron para rellenar con mis datos estaba enfocado a menores de edad (incluía una firma de autorización para menores de edad). Me inquietó y me sentí bastante ridículo.
Finalmente me hicieron pasar a una oficina. A mi esposa no la dejaron acompañarme. Me recibieron dos psicólogas, mucho más jóvenes que yo. Las paredes estaban decoradas con dibujos de niños, y diplomas de psicología infantil. Me pidieron que les contara lo que me había traído allí, por qué pensaba que tenía tal transtorno, etc. Me expresé lo mejor que pude, pero no me sentí cómodo en ningún momento hablando de mis cosas a dos desconocidas que me observaban y tomaban notas. El hecho de ir todos con mascarilla lo hacía todo aún más inquietante. Después me hicieron varias preguntas entre las dos. Llegó un momento que parecían tener más curiosidad por mi trabajo que por mi posible transtorno.
Después me dijeron que me iban a dar unos test que yo debería rellenar y hacerles llegar, y que después tendríamos una nueva cita para tratar los resultados. Me dejaron solo en la oficina mientras iban a por los test, y tardaron un buen rato (la verdad, sospecho que estuvieron descargándolos de Internet e imprimiéndolos). En ese largo rato solo noté que me sudaban las manos y mi cuerpo empezaba a temblar.
Me dieron los test en un sobre, y me cobraron 65 euros por la consulta, sin factura ni nada. Salí de allí sintiéndome mucho peor que cuando entré. En los días siguientes les escribí un e-mail para pedirles la factura (me la enviaron) y para cancelar la siguiente cita hasta nuevo aviso. No he vuelto a contactarles ni pienso hacerlo.
El balance de la visita, muy negativo. Quizás esté equivocado y debería confiar más en la psicología, pero me sentí realmente mal y vi ciertos detalles que me parecieron muy poco profesionales. Me dio la impresión que se trata de un gabinete especializado en niños y adolescentes, pero que evidentemente no dicen que no a otro tipo de pacientes para poder sacarles dinero. Y yo no me puedo permitir tirar 65 euros cada 15 días de manera indefinida en el tiempo.
Muchas gracias por leerme y muchos ánimos.
hace ya algunos meses he tenido mi primera visita al psicólogo, animado (o más bien forzado) por mi esposa. Le dije que me echara una mano para buscarlo y encontró por internet un gabinete, que supuestamente abarcaba todos los campos de la piscologia, incluyendo este tipo de transtornos en adultos.
He de decir que aunque ya tengo una edad nunca me había atrevido a ir a un psicólogo a contarle mis problemas, excepto los relacionados con mi trabajo (nos obligan a pasar por el psicólogo cada 2-3 años), pero esos lo único que hacen es pasarnos unos test para rellenar, que luego archivan en el expediente personal de cada uno.
La experiencia no fue nada buena. Muy mala, de hecho. Mi mujer insistió en acompañarme, más que nada para asegurarse de que no me echaba a atrás, me pareció bien porque pensé que me sentiría más seguro con ella a mi lado. Llegamos a la consulta y nos pasaron a una sala de espera, allí vi los primeros detalles que me desconcertaron. Las paredes estaban decoradas con motivos infantiles y con algún diploma de psicología infantil, las otras personas que esperaban eran madres con sus hijos adolescentes, y el formulario que me pasaron para rellenar con mis datos estaba enfocado a menores de edad (incluía una firma de autorización para menores de edad). Me inquietó y me sentí bastante ridículo.
Finalmente me hicieron pasar a una oficina. A mi esposa no la dejaron acompañarme. Me recibieron dos psicólogas, mucho más jóvenes que yo. Las paredes estaban decoradas con dibujos de niños, y diplomas de psicología infantil. Me pidieron que les contara lo que me había traído allí, por qué pensaba que tenía tal transtorno, etc. Me expresé lo mejor que pude, pero no me sentí cómodo en ningún momento hablando de mis cosas a dos desconocidas que me observaban y tomaban notas. El hecho de ir todos con mascarilla lo hacía todo aún más inquietante. Después me hicieron varias preguntas entre las dos. Llegó un momento que parecían tener más curiosidad por mi trabajo que por mi posible transtorno.
Después me dijeron que me iban a dar unos test que yo debería rellenar y hacerles llegar, y que después tendríamos una nueva cita para tratar los resultados. Me dejaron solo en la oficina mientras iban a por los test, y tardaron un buen rato (la verdad, sospecho que estuvieron descargándolos de Internet e imprimiéndolos). En ese largo rato solo noté que me sudaban las manos y mi cuerpo empezaba a temblar.
Me dieron los test en un sobre, y me cobraron 65 euros por la consulta, sin factura ni nada. Salí de allí sintiéndome mucho peor que cuando entré. En los días siguientes les escribí un e-mail para pedirles la factura (me la enviaron) y para cancelar la siguiente cita hasta nuevo aviso. No he vuelto a contactarles ni pienso hacerlo.
El balance de la visita, muy negativo. Quizás esté equivocado y debería confiar más en la psicología, pero me sentí realmente mal y vi ciertos detalles que me parecieron muy poco profesionales. Me dio la impresión que se trata de un gabinete especializado en niños y adolescentes, pero que evidentemente no dicen que no a otro tipo de pacientes para poder sacarles dinero. Y yo no me puedo permitir tirar 65 euros cada 15 días de manera indefinida en el tiempo.
Muchas gracias por leerme y muchos ánimos.