PirataRoberts
Usuario poco activo
¡Muy buenas a todos!
Como en todo buen mensaje de presentación, supongo que he de explicar qué es lo que me ha traído a este foro y cuál ha sido mi historia con este trastorno. La verdad es que nunca he acudido a ver a ningún profesional, así que no puedo estar seguro al 100% de cuál podría ser mi diagnóstico; pero os voy a contar por qué creo que podría padecer un trastorno por evitación.
Para poneros en situación, hasta hace cuatro días llevaba unos cinco años creyendo que sufría una depresión. En este tiempo he fracasado en mis estudios, he perdido casi todas mis amistades y a día de hoy sigo sin conseguir encontrar un trabajo; y todo ello siempre lo he atribuído a esa supuesta depresión. Desde pequeño siempre he tenido cierto complejo de inferioridad, timidez, y tendencia a evitar cualquier clase de conflicto; pero con el tiempo se fueron convirtiendo en ideas persistentes de las que no soy capaz de desprenderme. A los doce años por fin pude hacer amigos y esas ideas, aunque seguían ahí, empezaron a tener menos efecto sobre mi estado de ánimo. Era feliz con ellos, y a pesar de que empezaban a echarse novias y yo no podía evitar pensar que ninguna chica querría salir con alguien como yo, me bastaba y sobraba con su amistad. Poco después, al cumplir los 15, tuvimos que mudarnos de Madrid a la sierra por causas de fuerza mayor, y eso me devastó. Algo dentro de mí sabía que no iba a ser capaz de hacer amigos en mi nuevo instituto, y a pesar de que hubo muchas personas que fueron amables conmigo, yo prefería quedarme en casa cada vez que me invitaban a cualquier plan.
En resumen y por no alargarme mucho, a partir de este punto comencé a alienarme a mí mismo y a convencerme de que no le gustaba a la gente (y peor aún, lo que más me ha perjudicado en esta vida: convencerme de que no servía para nada); lo cual me llevó a desarrollar un estado de ánimo bastante malo que no hacía sino empeorar y a empezar a suspender las clases como un cabrón. Mis padres se preocuparon, obviamente, pero en aquel momento tenían problemas más graves y les bastó con mi palabra de que me lo tomaría en serio y estudiaría. Flashforward un par de años, he agotado mis oportunidades de repetir bachillerato y básicamente he tirado cuatro años por la borda. Poco después llegó mi punto más bajo. Me bajé a Madrid a casa de un familiar para sacarme el carnet de conducir, y estaba encantado de volver a verme con mis viejos amigos. Sin embargo, esas malditas e intrusivas ideas se volvieron a hacer con el control de mi vida. Cada vez que alguno de ellos no podía quedar conmigo por el motivo que fuera, yo me lo tomaba como una forma sutil y amable de decirme "no me gustas", y decidía que lo mejor era dejar de verlos para no molestarles. Eso me llevó a perder todas sus amistades poco a poco.
No lo he mencionado antes, pero había pasado toda mi estancia en la sierra valorando a estos amigos de Madrid casi más que a mi propia vida, contando los días para volver a verlos cada semana. Por ese motivo, sentir que los perdía poco a poco me hizo llegar hasta el extremo de autolesionarme golpeándome en la cabeza. Me odiaba tanto a mí mismo que darme con el puño en la frente hasta que se me iba la mano y me ponía un ojo morado era algo satisfactorio para mí. No me enorgullece admitirlo ni me gusta especialmente hablar de ello, pero creo que es importante que lo cuente. Aquí es cuando realmente comprendí que debía tener una depresión seria, y me prometí a mí mismo que iba a salir del agujero yo solito a base de trabajo e introspección. Eso fue hace unos tres años, y por fortuna fui capaz de superar esas tendencias autolesivas y de mejorar hasta el punto de la aceptación mi percepción de mí mismo, pero me quedé ahí. No me daba cuenta de que en lugar de sentirme bien conmigo mismo solamente estaba aceptando que siempre me iba a sentir igual de inútil e igual de inepto social.
Y esto nos lleva a cuatro días atrás. Había quedado con los dos únicos amigos que me quedan, dos chicos de la sierra a los que tengo en gran estima. Nos hicimos amigos por que éramos los tímidos y poco sociables del instituto, y uno de ellos vino con la gran noticia de que el otro por fin había conseguido novia. Yo me alegré, los tres hemos sido siempre muy tímidos y teniendo 24 años una novia es lo único que quieres en la vida si es lo que siempre te ha faltado; pero comencé a sentir una opresión en el pecho y el estómago. "¿Y si se centra en su novia y me deja de lado?". "¿Qué voy a hacer si nos la presenta? no quiero caerle mal". "¿Qué diablos voy a hacer yo cuando conozca a una chica que me guste? seguro que acabo espantándola". De repente no pude pensar en otra cosa durante toda la tarde, y cuando mis amigos se fueron estallé de tanta ansiedad. Al día siguiente les traté de instar a que es iría mucho mejor si se olvidaran de un pedazo de basura como yo, y eso propició un par de charlas que acabaron calmándome un poco. Son grandes personas y me ayudaron a ver la situación con perspectiva. Tras esa charla estaba determinado a arreglar mis problemas, así que me puse a investigar sobre la ansiedad social pues era lo que creía que me había causado la crisis del día anterior; pero entonces leí sobre el TPE de casualidad y comprendí que el diagnóstico me encajaría como anillo al dedo. Cuanto más leía, más memoria hacía y más comprendía que probablemente llevo años padeciendo este trastorno sin darme cuenta. Muchos habréis reconocido rasgos del TPE al leer mi historia, por eso la he escrito así, pero para mí todos estos síntomas pasaban desapercibidos. Yo creía que cualquier persona con depresión se sentía así.
Desde entonces, tras una ola inicial de alivio al sentir que mi problema tiene nombre y que no soy el único que está pasando por esto, he estado luchando contra la ansiedad que me produce acudir a un profesional. Estoy decidido a hacerlo, sé que necesito ayuda para dejar de verme a mí mismo de esta manera, pero estoy un poco perdido y no sé por donde empezar. La seguridad social no me da mucha confianza por las cosas que he oído, así que me gustaría lanzar un par de preguntas a la comunidad: ¿Puedo acudir a cualquier psicólogo/terapeuta sin miedo a que no sepa tratar un caso como el mío? Si no es así ¿qué me recomendarían buscar en un terapeuta para saber si es adecuado?
Muchas gracias a todos de antemano por vuestras respuestas, y mis disculpas por haceros leer semejante parrafada!
También quiero agradecer a los creadores de esta página que hayan querido darle a este trastorno parte de la visibilidad que merece.
Un saludo, espero encajar bien aquí!
Como en todo buen mensaje de presentación, supongo que he de explicar qué es lo que me ha traído a este foro y cuál ha sido mi historia con este trastorno. La verdad es que nunca he acudido a ver a ningún profesional, así que no puedo estar seguro al 100% de cuál podría ser mi diagnóstico; pero os voy a contar por qué creo que podría padecer un trastorno por evitación.
Para poneros en situación, hasta hace cuatro días llevaba unos cinco años creyendo que sufría una depresión. En este tiempo he fracasado en mis estudios, he perdido casi todas mis amistades y a día de hoy sigo sin conseguir encontrar un trabajo; y todo ello siempre lo he atribuído a esa supuesta depresión. Desde pequeño siempre he tenido cierto complejo de inferioridad, timidez, y tendencia a evitar cualquier clase de conflicto; pero con el tiempo se fueron convirtiendo en ideas persistentes de las que no soy capaz de desprenderme. A los doce años por fin pude hacer amigos y esas ideas, aunque seguían ahí, empezaron a tener menos efecto sobre mi estado de ánimo. Era feliz con ellos, y a pesar de que empezaban a echarse novias y yo no podía evitar pensar que ninguna chica querría salir con alguien como yo, me bastaba y sobraba con su amistad. Poco después, al cumplir los 15, tuvimos que mudarnos de Madrid a la sierra por causas de fuerza mayor, y eso me devastó. Algo dentro de mí sabía que no iba a ser capaz de hacer amigos en mi nuevo instituto, y a pesar de que hubo muchas personas que fueron amables conmigo, yo prefería quedarme en casa cada vez que me invitaban a cualquier plan.
En resumen y por no alargarme mucho, a partir de este punto comencé a alienarme a mí mismo y a convencerme de que no le gustaba a la gente (y peor aún, lo que más me ha perjudicado en esta vida: convencerme de que no servía para nada); lo cual me llevó a desarrollar un estado de ánimo bastante malo que no hacía sino empeorar y a empezar a suspender las clases como un cabrón. Mis padres se preocuparon, obviamente, pero en aquel momento tenían problemas más graves y les bastó con mi palabra de que me lo tomaría en serio y estudiaría. Flashforward un par de años, he agotado mis oportunidades de repetir bachillerato y básicamente he tirado cuatro años por la borda. Poco después llegó mi punto más bajo. Me bajé a Madrid a casa de un familiar para sacarme el carnet de conducir, y estaba encantado de volver a verme con mis viejos amigos. Sin embargo, esas malditas e intrusivas ideas se volvieron a hacer con el control de mi vida. Cada vez que alguno de ellos no podía quedar conmigo por el motivo que fuera, yo me lo tomaba como una forma sutil y amable de decirme "no me gustas", y decidía que lo mejor era dejar de verlos para no molestarles. Eso me llevó a perder todas sus amistades poco a poco.
No lo he mencionado antes, pero había pasado toda mi estancia en la sierra valorando a estos amigos de Madrid casi más que a mi propia vida, contando los días para volver a verlos cada semana. Por ese motivo, sentir que los perdía poco a poco me hizo llegar hasta el extremo de autolesionarme golpeándome en la cabeza. Me odiaba tanto a mí mismo que darme con el puño en la frente hasta que se me iba la mano y me ponía un ojo morado era algo satisfactorio para mí. No me enorgullece admitirlo ni me gusta especialmente hablar de ello, pero creo que es importante que lo cuente. Aquí es cuando realmente comprendí que debía tener una depresión seria, y me prometí a mí mismo que iba a salir del agujero yo solito a base de trabajo e introspección. Eso fue hace unos tres años, y por fortuna fui capaz de superar esas tendencias autolesivas y de mejorar hasta el punto de la aceptación mi percepción de mí mismo, pero me quedé ahí. No me daba cuenta de que en lugar de sentirme bien conmigo mismo solamente estaba aceptando que siempre me iba a sentir igual de inútil e igual de inepto social.
Y esto nos lleva a cuatro días atrás. Había quedado con los dos únicos amigos que me quedan, dos chicos de la sierra a los que tengo en gran estima. Nos hicimos amigos por que éramos los tímidos y poco sociables del instituto, y uno de ellos vino con la gran noticia de que el otro por fin había conseguido novia. Yo me alegré, los tres hemos sido siempre muy tímidos y teniendo 24 años una novia es lo único que quieres en la vida si es lo que siempre te ha faltado; pero comencé a sentir una opresión en el pecho y el estómago. "¿Y si se centra en su novia y me deja de lado?". "¿Qué voy a hacer si nos la presenta? no quiero caerle mal". "¿Qué diablos voy a hacer yo cuando conozca a una chica que me guste? seguro que acabo espantándola". De repente no pude pensar en otra cosa durante toda la tarde, y cuando mis amigos se fueron estallé de tanta ansiedad. Al día siguiente les traté de instar a que es iría mucho mejor si se olvidaran de un pedazo de basura como yo, y eso propició un par de charlas que acabaron calmándome un poco. Son grandes personas y me ayudaron a ver la situación con perspectiva. Tras esa charla estaba determinado a arreglar mis problemas, así que me puse a investigar sobre la ansiedad social pues era lo que creía que me había causado la crisis del día anterior; pero entonces leí sobre el TPE de casualidad y comprendí que el diagnóstico me encajaría como anillo al dedo. Cuanto más leía, más memoria hacía y más comprendía que probablemente llevo años padeciendo este trastorno sin darme cuenta. Muchos habréis reconocido rasgos del TPE al leer mi historia, por eso la he escrito así, pero para mí todos estos síntomas pasaban desapercibidos. Yo creía que cualquier persona con depresión se sentía así.
Desde entonces, tras una ola inicial de alivio al sentir que mi problema tiene nombre y que no soy el único que está pasando por esto, he estado luchando contra la ansiedad que me produce acudir a un profesional. Estoy decidido a hacerlo, sé que necesito ayuda para dejar de verme a mí mismo de esta manera, pero estoy un poco perdido y no sé por donde empezar. La seguridad social no me da mucha confianza por las cosas que he oído, así que me gustaría lanzar un par de preguntas a la comunidad: ¿Puedo acudir a cualquier psicólogo/terapeuta sin miedo a que no sepa tratar un caso como el mío? Si no es así ¿qué me recomendarían buscar en un terapeuta para saber si es adecuado?
Muchas gracias a todos de antemano por vuestras respuestas, y mis disculpas por haceros leer semejante parrafada!
También quiero agradecer a los creadores de esta página que hayan querido darle a este trastorno parte de la visibilidad que merece.
Un saludo, espero encajar bien aquí!