Curiosa disertación. No me ha disgustado y da que pensar.
Lo que más me ha gustado es el concepto del simulador de experiencias.
En efecto, ante la imagen del ganador de la lotería y el accidentado que queda paralítico nadie dudaría en escoger ser el primer candidato.
En primera instancia, es de suponer que el premiado va a ser más feliz. Pasado el tiempo, vendrá el miedo a perder su fortuna, la desconfianza en la gente nueva que entra en tu vida por si se acercan a uno sólo por interés económico, los amigos que pierdes por envidia de tu nueva situación...
El accidentado se hundirá al principio, pero con el tiempo habrá descubierto quienes son amigos de verdad, pues habrán permanecido a su lado apoyándole en su recuperación, las personas que lleguen a su vida le apreciarán por lo que es y no por lo que tiene, no sentirá miedo a perder nada pues valorará por encima de todo haber sobrevivido a su accidente y poder ver a sus seres queridos cada día...
Respecto a la felicidad "sintética", no es nada nuevo ni revolucionario. Se trata de ser feliz con lo que se tiene, ni más ni menos. De encontrar la parte positiva de una experiencia negativa, como he hecho yo hace un momento con el caso del paralítico.
Es muy motivacional, pero algo simplista. No sé si sería aplicable a una persona que sufra estrés postraumático o a un padre de familia, parado de larga duración, sin recursos económicos y sociales, y con varios hijos a su cargo en edad escolar. Por poner un par ejemplos.
De todos modos, me ha parecido interesante. Gracias por compartirla y un abrazo muy grande.