• Regístrate y participa. ¡Sólo tardas dos minutos!

Como superar la VERGÜENZA

  • Autor Autor Sonia
  • Fecha de inicio Fecha de inicio
S

Sonia

A veces pensamos que la vergüenza es lo mismo que la timidez. Se habla, por ejemplo, de superar la vergüenza a hablar en público o a expresar una opinión en una charla cotidiana y distendida. Sin embargo, la vergüenza es mucho más que simple timidez. Alude, sobre todo, a un sentimiento de indignidad personal. Cierta convicción de que se es merecedor de muy poco.

Superar la vergüenza arraigada en este marco no es sencillo. Normalmente esta tiene su origen en una fuerte experiencia (o sucesión de experiencias repetidas durante la niñez) de desvalorización durante la niñez. También, por supuesto, puede ser el resultado de una experiencia traumática de abuso o severo maltrato infantil. El sentimiento echa raíces en zonas profundas y luego no es fácil de erradicar

En estos casos la vergüenza es un mecanismo que le permite al niño autoprotegerse. El adulto, supuestamente cuidador, rechaza algunas expresiones del niño, o incluso su personalidad incipiente. En esas edades tempranas, el afecto del adulto lo es todo. Por eso el pequeño aprende a ser como el adultoquiere que él sea. Desarrolla un yo impuesto y cualquier comportamiento que se salga de ese esquema le parece vergonzoso.

Generalmente, la vergüenza está asociada con la depresión. Y por extraño que parezca, también hay miedo hacia uno mismo. Desconfianza frente a lo que uno es o puede eventualmente hacer. También hay ira contenida, que muchas veces se vuelca contra sí mismo. Todo esto hace que la persona se aleje precavidamente de los demás y así se priva del afecto de los otros. Sin embargo, superar la vergüenza es posible. Y estas son cinco pautas para lograrlo.

1. Profundizar en el autoconocimiento para superar la vergüenza
Para superar la vergüenza es necesario entender cómo se produce. Mantén una actitud de observación frente a ti mismo. Si es necesario, lleva contigo una libreta para anotar todo lo que vayas encontrando. De lo que se trata es de detectar cuáles son exactamente las situaciones en las que sientes vergüenza.

Es importante que trates de identificarqué es lo que te avergüenza. Qué aspecto de ti mismo está más relacionado con ella. Presta mucha atención a las autocríticas que te formulas. ¿Qué palabras o mensajes vienen a tu mente cuando sientes vergüenza? Toda esa información será de gran ayuda para comenzar a superar el problema.

2. Revisar el pasado

Trata de pensar en las personas más importantes de tu infancia. ¿Cómo eran en general? ¿Cómo se comportaban contigo? ¿Por qué actuaban como actuaban y no de otra manera? ¿Qué rechazaban de ti y por qué crees que lo hacían?

Muchas veces, cuando miramos en la distancia hacia esas figuras amadas y temidas de la niñez, logramos adoptar una nueva perspectiva. Encontramos, por ejemplo, que quizás su problema no era con nosotros, sino consigo mismos. Es bueno desligar su rechazo de nuestro ser. Es decir, comprender que no había nada malo en nosotros para ser rechazados. Lo que había era un problema en quienes lo hacían.

3. Desarrollar una actitud compasiva hacia uno mismo
Es necesario que aprendamos a ser aliados de nosotros mismos. Un buen amigo solo hace críticas constructivas. No permanece todo el tiempo señalando las fallas con el dedo. No mira al otro con desconfianza o enfatizando sus errores. Así tenemos que ser: buenos amigos de nosotros mismos.
Para superar la vergüenza es indispensable que aprendamos a vernos con bondad. En otras palabras, que seamos capaces de mirarnos con amor. Deberías intentarlo aunque al principio no creas que esto es eficaz. Podrías sorprenderte de los resultados.

4. Trabajar en la autoaceptación
Aceptarse a uno mismo es indispensable para poder avanzar. Y aceptarse es no querer ser otro, comprender que no somos ni más ni menos que nadie. Somos lo que somos, simplemente; hay partes de nosotros que no podremos cambiar, o que podemos cambiar con tiempo y paciencia, no de hoy para mañana. En cualquier caso, cualquier cambio tiene que partir de la aceptación, de reconocer que estamos en un determinado lugar, y que sí, que nos gustaría llegar a otro. Por eso la honestidad con nosotros mismos es tan importante para evolucionar.
Por otro lado, conocer mejor nuestro sentimiento de vergüenza, analizar el pasado y desarrollar una actitud comprensiva hacia nosotros mismos debe servir para nutrir la autoaceptación. No es nada fácil. La mente lleva años haciendo algo diferente y hasta el cerebro puede estar más o menos programado para ello. Sin embargo, sí es posible lograrlo poco a poco, superando así la vergüenza.

5. Exponerse gradualmente
El proceso de superar la vergüenza va de dentro hacia fuera y viceversa. A medida que avanzas en tu empeño es bueno que también definas metas. Exponerte a lo que te produce vergüenza, comenzando por lo que te inspire menos miedo y aumentando de manera gradual la dificultad.

Estas cinco pautas son eficaces si se aplican de manera sistemática y con perseverancia. Sin embargo, muchas veces estos procesos requieren la ayuda psicoterapéutica para ser exitosos. Básicamente, el camino será el mismo, pero contarás con la ayuda y el apoyo de un profesional. Vale la pena que consideres esa opción.
 
Sonia muy interesante el artículo; una duda, si revisando mi pasado no encuentro expresiones de rechazo pero si una excesiva sobreprotección por parte de mi familia por ser la hija menor. Crees que esto puede ser causa de que sienta mucha vergüenza a dar opiniones y a expresarme dentro de un grupo por lo cual evitó éstas situaciones?
 
una excesiva sobreprotección

Crees que esto puede ser causa de que sienta mucha vergüenza a dar opiniones y a expresarme dentro de un grupo
Pues... podria ser. La excesiva protección por parte de tus padres puede hacer que te vuelvas una persona que no confia en si misma y puede que eso te haga sentir vergüenza cuando eres mas vulnerable para ti, es decir, cuando estas en grupo.

Sea como sea, lo importante es que trates de combatir la vergüenza ante los grupos. Tienes que deshacerte de los miedos que tienes. Piensa que no tienes ningun motivo para sentir vergüenza, porque ya no eres una niña que necesita la aprobación o supervision de tus padres. No se... trato de aportar un poco de luz dando mi punto de vista. Exponte a tus miedos y convencete de que no son reales. Todo esto tienes que hacerlo de forma consciente hasta que automatices tus nuevas respuestas. Hasta que adquieras el habito de sentirte bien hablando en un grupo. Tienes que cambiar el miedo por la satisfaccion. En psicología se piensa que puedes cambiar como te sientes cambiando lo que te dices. Imaginate hablando en grupos y que eso te hace sentir bien. Esa es la mejor preparacion antes de exponerte realmente. Tienes que lograr asociar el hablar en grupo con sensaciones positivas, y eso lo puedes lograr soñando despierta. Con la imaginacion.
 
Gracias Sonia, es una buena manera de afrontarlo, pero dime tu opinión. Cómo enfrento mi pérdida de audición en esas circunstancias? Sucede que yo puedo empezar bien y con ganas de participar y luego no entiendo todo lo que dicen los demás, eso sumado a mi vergüenza hace que me vaya anulando dentro de un grupo. Y conforme ha pasado el tiempo evitó más y más esas situaciones, es difícil ??
 
Cómo enfrento mi pérdida de audición en esas circunstancias? Sucede que yo puedo empezar bien y con ganas de participar y luego no entiendo todo lo que dicen los demás, eso sumado a mi vergüenza hace que me vaya anulando dentro de un grupo.
Es difícil tu situación, si. Porque tienes problemas reales, como es la perdida de audicion. Pero la vergüenza puedes combatirla, porque no parece que sea algo innato. Acepta que eres sorda y que hay cosas de las que no te enteras. Sonrie cuando pienses en ello. Es el mejor sintoma de aceptación, sonreir. Eso te hara no aumentar el drama que ya tienes.
No puedes recuperar la audicion, pero puedes dejar de sentir verguenza aceptando lo que te ocurre.

Lleva tiempo cambiar. No te desesperes si no lo consigues a la primera. Cambiar, para dejar de sentir vergüenza, es un proceso lento. Pero merece la pena.
 
Gracias por tus palabras, yo en mi vida diaria tengo hermosos momentos a pesar de mi condición, así que como dices debo aceptar y cambiar dentro de lo posible. Me doy cuenta de que tan mal no lo estoy llevando; como en todo hay días buenos y malos.
 
Atrás
Arriba