B
Belen
Ser tímido se puede definir como una forma de ser en la que es habitual experimentar sensaciones de incomodidad ante ciertas interacciones sociales. Se trata de un rasgo de la personalidad que influye en el comportamiento de la persona y que condiciona las relaciones interpersonales produciendo una sensación de bloqueo que impide que la persona se relacione con normalidad en la sociedad.
Este miedo crónico a desarrollar una determinada acción delante de otra persona produce un sentimiento de inseguridad que dificulta las conversaciones y los acercamientos a otras personas.
¿Pero se nace con timidez o se hace uno tímido con las primeras experiencias de la vida? Parece que hay un factor genético que establecería una predisposición a ello, pero más bien ser tímido se considera un rasgo del carácter que se va conformando desde la infancia a partir de las experiencias personales o el ambiente social.
Crecer en una familia sobreprotectora o, por el contrario, en una familia autoritaria o descalificadora puede ser causa de desarrollar una personalidad tímida. Padres que dicen con frecuencia frases como "debería darte vergüenza" o "estás haciendo el ridículo" hacen desarrollar desde la infancia sentimientos de rechazo y humillación. El niño o adolescente se siente en un entorno emocionalmente hostil con una sensación de ser constantemente evaluado y de estar defraudando a las personas que tiene alrededor. Por tanto, es importante educar a nuestros hijos invitándoles a exponer sus opiniones y enseñándoles a ser respetuosos con los pensamientos de los demás al igual que nosotros somos tolerantes con los suyos. Esta es la manera de favorecer el desarrollo de una sana autoestima en nuestros hijos.
Si esta capacidad para manejar la sensación de miedo e inseguridad no la has adquirido en tu niñez, no te preocupes porque se puede aprender con el tiempo y desarrollar tus habilidades sociales. Desde Cuida tu Salud Emocional queremos darte una serie de pautas para ayudarte a dejar de ser tímido:
#1.- Entiende el origen de tu timidez
Conocer cuáles son los desencadenantes de tu estado anímico es el primer paso para vencer la timidez, porque sólo así podrás identificar antes los pensamientos que preceden las emociones de vergüenza o nervios y evitar que se conviertan de ese modo en patrones negativos de conducta.
Haz una lista detallada de las situaciones que te producen más ansiedad y ante las que reaccionas con timidez. Para elaborar esa lista puede ser muy útil hacernos las siguientes preguntas: ¿sólo me pasa de manera ocasional ante algunas situaciones?, ¿se produce sobre todo ante gente que no conozco?, ¿sucede sólo con gente atractiva que me atrae o a la que admiro profundamente?, ¿me siento así únicamente cuando hablo de mi mismo?
#2.- Reconoce que eres tímido
"Soy tímido, me cuesta dar mis opiniones porque me pongo nervioso". Expresar con naturalidad que eres tímido es una de las formas más sencillas de relajarse y quitarse la presión de encima porque así ya no tendrás que esforzarte en ocultarlo.
A menudo luchamos para cambiar las emociones, cuando en realidad lo que deberíamos hacer es aceptarlas. Habla sobre ello con alguien de tu confianza, compartir tus sentimientos y transmitirlos en voz alta es una forma de normalizar lo que te sucede.
#3.- No dejes que la vergüenza condicione tu vida
Si con frecuencia sientes lo siguiente: "me va a dar algo como tenga que exponer mi opinión", piensa que todo el mundo es tímido de algún modo con mayor o menor intensidad y se siente inseguro con según qué situaciones, sólo que ha aprendido a disimular mejor sus dudas e inseguridades y las mantiene bajo control. Por tanto, todas las personas, en algún momento de su vida, han sentido algo parecido a lo que tú sientes de manera más habitual. No eres, por tanto, raro ni sientes algo (ansiedad, angustia) que no sientan alguna vez los demás.
#4.- No confundas ser introvertido con ser tímido
"No deseo compartir mi opinión" es diferente a "me da miedo compartir mi opinión". Por el contrario, la persona tímida sí que desea mantener un contacto social pero siente un temor irracional ante el hecho de ser rechazado. Ese miedo le genera ansiedad y frustración. La persona introvertida es reservada porque prefiere ambientes tranquilos y estar en soledad frente a situaciones que implican relaciones sociales.
Una persona introvertida no tiene por qué ser tímida, sin embargo una persona tímida suele actuar de manera introvertida para evitar el estrés que le produce enfrentarse a la gente. Es normal que las personas tímidas traten de mantenerse en un segundo plano para pasar totalmente desapercibidas con tal de no someterse al juicio de los demás.
#5.- Trabaja tu autoestima
La timidez a menudo implica una valoración negativa de uno mismo ("mis opiniones no valen la pena") y una excesiva preocupación por las opiniones de la gente que le rodea, es decir, una baja autoestima. Una persona tímida tiene miedo a expresar sus gustos u opiniones porque temen ser humillada, ignorada o rechazada, así que opta por quedarse en silencio y no hablar. Por consiguiente, si eres tímido, debes trabajar tu autoestima para poder sentirte valioso y quererte a ti mismo. Date un trato amable como si trataras a tu mejor amigo, sólo así obtendrás la mejor versión de ti mismo.
#6.- Evita la autocrítica constante o el perfeccionismo
Gran parte de la autocrítica constante a la que se somete la gente tímida se basa en sus propias expectativas que son muy altas. Creen que sus opiniones deben ser las más interesantes y sus comentarios tienen que ser aceptados por todos creándose unas pretensiones imposibles de alcanzar.
Además, no podrás avanzar si no te permites cometer errores. Los errores son imprescindibles para aprender. El perfeccionismo contiene mucha autocrítica y un alto nivel de exigencia, que impiden el desarrollo psicológico de la persona. Es, por tanto, necesario ser mucho más tolerante con uno mismo y tratarse bien.
#7.- Desarrolla la asertividad
Puesto que a las personas tímidas les preocupan mucho las reacciones de los demás, tratan de pasar desapercibidos y no les gusta crear problemas. Ser asertivo significa defenderte cuando deberías hacerlo ("me molesta esto"), reclamando lo que quieres o necesitas ("me gustaría que..."), o expresarte cuando otra persona está hiriendo tus sentimientos. Los comportamientos asertivos suponen un saber defender las propias necesidades frente a las exigencias de otros, lo cual no significa llevar la contraria por norma.
Debemos intentar cambiar nuestra forma de relacionarnos y ser comunicativos, es decir, necesitamos mostrar lo que pensamos, pero también y sobre todo lo que sentimos.
#8.- Piensa en positivo
Cambia ese "mi opinión no vale para nada" por un "mi opinión cuenta tanto como las demás". Las emociones negativas provocan timidez y el optimismo te ayudará a enfrentarte a tus problemas con sentido del humor. Es decir, si pensamos que algo nos va a salir mal porque no nos sentimos capaces de lograrlo, es bastante probable que así sea. Es lo que se llama la autoprofecía cumplida. Los límites los pone tu propia mente, no debes vivir de acuerdo a limitaciones que tú mismo te has puesto.
No analices obsesivamente tu comportamiento en situaciones pasadas. A menudo la gente tímida se ve inmersa en un diálogo interior que juzga de un modo muy negativo y destructiva su comportamiento pasado. Como sienten que han actuado de manera incorrecta e insuficiente, los tímidos potencian sentimientos de humillación y vergüenza. Lo único que lograrás regañándote constantemente es bajar tu autoestima y aumentar tu angustia.
Tampoco te imagines o te anticipes a situaciones que crees que pueden pasar. Eso aumentará tu angustia, ya que la mente tiende a exagerar sin ningún fundamento. Es importante no vivir en el futuro sino en el presente resolviendo los problemas en el momento en que se produzcan.
#9.- Sé tú mismo
Haz y di lo que encaje con tu propio estilo. Debes mostrarte tal y como eres aunque sientas que no te atreves a ser tú mismo. Fingir ser alguien que no eres sólo te confundirá y, a la larga, te sentirás frustrado por estar traicionándote a ti mismo y no conseguirás ser feliz.
A menudo no nos atrevemos a decir las cosas que pensamos por temor a no decir las palabras adecuadas o a que se burlen de nosotros, ni a mostrarnos cómo somos por miedo a que nos rechacen.
Pero nada es peor que callar nuestros pensamientos y ocultarnos. Además esa actitud se retroalimenta y, cuanto más desapercibidos queremos pasar, más disminuye nuestra autoestima y menos seguros nos sentimos de nosotros mismos.
#10.- No te compares nunca con nadie
Lo único que vemos de los demás es la imagen pública que proyectan, pero no más allá de la fachada exterior que nos muestran. Si te comparas con ellos y quieres convertirte en alguien que no eres, tu pensamiento hacia ti se volverá más negativo y, en realidad, sólo te estás basando en la apariencia exterior que no deja de ser un espejismo.
#11.- Los libros de autoayuda pueden ayudarte a reflexionar sobre lo que te pasa
Busca información que te pueda ayudar a superar tu timidez. La mayoría de las personas han recurrido en algún momento de su vida a los libros de autoayuda para solucionar algunos problemas emocionales o como fuente de reflexión sobre lo que les sucede. Los libros de autoayuda aportan pautas que te ayudarán en tu afán de superación y desarrollo personal. Cuanto mayor sea tu autoconocimiento, más seguro de ti mismo te sentirás.
#12.- Apúntate a alguna actividad que te ayude a superar tu timidez
Busca una actividad creativa que te apetezca aprender como por ejemplo, pintura, teatro, baile… Además de aprender algo que te atrae, conocerás a gente nueva con tus mismos intereses. Este tipo de actividades te ayudarán a sentirte integrado en un grupo, así como a controlar tu lenguaje corporal y tus emociones.
Si optas por el teatro, por ejemplo, no es necesario que de buenas a primeras seas el protagonista de la obra, sino que puedes comenzar ayudando detrás del telón con el vestuario o interpretando unas pocas líneas. Poco a poco aumentarás tu autoconfianza. Realizar una actividad en la que nos sentimos realizados siempre mejora la autoestima.
#13.- Participa en asociaciones o clases que te resulten de interés
Si las actividades creativas no son lo tuyo, puedes apuntarte a clases de algo que te interese como algún idioma. Otra opción es participar en algún club como, por ejemplo, una asociación de lectura o de cine donde la gente comparta sus opiniones.
Al principio te costará contarles a los demás lo que piensas del libro que has leído así que puede serte útil hacerte un borrador en casa en un folio donde se recojan tus ideas. Lo importante es que conocerás gente nueva con tus mismas inquietudes, que se mostrarán receptivas y respetuosas con las opiniones ajenas.
#14.- Haz deporte
Si tienes cualidades o interés por la actividad física, los gimnasios son lugares en los que podrás conocer gente nueva. Si prefieres realizar alguna actividad al aire libre, el senderismo también puede ser una buena opción. El ejercicio regular te ayudará a reducir la ansiedad y a conciliar el sueño con mayor facilidad, además mejorarás tu estado físico y, por tanto, la seguridad en ti mismo.
#15.- Recurre a técnicas de relajación o yoga
La práctica de ejercicios de relajación es buena para bajar el nivel general de ansiedad. Aprenderás a relajarte y a controlar la respiración, eso te será muy útil fuera de clase para calmarte frente a situaciones estresantes que disparen tu ansiedad.
#16.- Evita el consumo de sustancias estimulantes o alcohol
Evita el consumo de estimulantes como el café, el té o los refrescos con cafeína, ya que estimulan el sistema nervioso y sobreactivan al organismo, lo que puede un aumento añadido de ansiedad y nerviosismo.
Lo mismo sucede con el alcohol que, aunque en la fase posterior al consumo tiene un efecto desinhibidor, se trata de un depresor del sistema nervioso, que altera negativamente el estado de ánimo y que, como efecto rebote, produce ansiedad horas después de su consumo.
#17.- Acude a un profesional para desarrollar nuevas habilidades sociales
La timidez es un problema leve pero a veces puede terminar por convertirse en una fobia social. Recurre a un profesional de la salud mental si sientes niveles altos de ansiedad, taquicardias, ataques de pánico, insomnio, presión en el pecho, mareos... Si sientes que el problema te sobrepasa,la psicoterapia te puede ayudar a identificar y cambiar pensamientos distorsionados y patrones de conducta que te producen malestar, además de desarrollar nuevas habilidades sociales para relacionarte mejor con los demás y para sentirte mejor contigo mismo.
DOLORES VELÁZQUEZ
Psicoterapeuta
Este miedo crónico a desarrollar una determinada acción delante de otra persona produce un sentimiento de inseguridad que dificulta las conversaciones y los acercamientos a otras personas.
¿Pero se nace con timidez o se hace uno tímido con las primeras experiencias de la vida? Parece que hay un factor genético que establecería una predisposición a ello, pero más bien ser tímido se considera un rasgo del carácter que se va conformando desde la infancia a partir de las experiencias personales o el ambiente social.
Crecer en una familia sobreprotectora o, por el contrario, en una familia autoritaria o descalificadora puede ser causa de desarrollar una personalidad tímida. Padres que dicen con frecuencia frases como "debería darte vergüenza" o "estás haciendo el ridículo" hacen desarrollar desde la infancia sentimientos de rechazo y humillación. El niño o adolescente se siente en un entorno emocionalmente hostil con una sensación de ser constantemente evaluado y de estar defraudando a las personas que tiene alrededor. Por tanto, es importante educar a nuestros hijos invitándoles a exponer sus opiniones y enseñándoles a ser respetuosos con los pensamientos de los demás al igual que nosotros somos tolerantes con los suyos. Esta es la manera de favorecer el desarrollo de una sana autoestima en nuestros hijos.
Si esta capacidad para manejar la sensación de miedo e inseguridad no la has adquirido en tu niñez, no te preocupes porque se puede aprender con el tiempo y desarrollar tus habilidades sociales. Desde Cuida tu Salud Emocional queremos darte una serie de pautas para ayudarte a dejar de ser tímido:
#1.- Entiende el origen de tu timidez
Conocer cuáles son los desencadenantes de tu estado anímico es el primer paso para vencer la timidez, porque sólo así podrás identificar antes los pensamientos que preceden las emociones de vergüenza o nervios y evitar que se conviertan de ese modo en patrones negativos de conducta.

#2.- Reconoce que eres tímido
"Soy tímido, me cuesta dar mis opiniones porque me pongo nervioso". Expresar con naturalidad que eres tímido es una de las formas más sencillas de relajarse y quitarse la presión de encima porque así ya no tendrás que esforzarte en ocultarlo.
A menudo luchamos para cambiar las emociones, cuando en realidad lo que deberíamos hacer es aceptarlas. Habla sobre ello con alguien de tu confianza, compartir tus sentimientos y transmitirlos en voz alta es una forma de normalizar lo que te sucede.
#3.- No dejes que la vergüenza condicione tu vida

#4.- No confundas ser introvertido con ser tímido
"No deseo compartir mi opinión" es diferente a "me da miedo compartir mi opinión". Por el contrario, la persona tímida sí que desea mantener un contacto social pero siente un temor irracional ante el hecho de ser rechazado. Ese miedo le genera ansiedad y frustración. La persona introvertida es reservada porque prefiere ambientes tranquilos y estar en soledad frente a situaciones que implican relaciones sociales.
Una persona introvertida no tiene por qué ser tímida, sin embargo una persona tímida suele actuar de manera introvertida para evitar el estrés que le produce enfrentarse a la gente. Es normal que las personas tímidas traten de mantenerse en un segundo plano para pasar totalmente desapercibidas con tal de no someterse al juicio de los demás.
#5.- Trabaja tu autoestima
La timidez a menudo implica una valoración negativa de uno mismo ("mis opiniones no valen la pena") y una excesiva preocupación por las opiniones de la gente que le rodea, es decir, una baja autoestima. Una persona tímida tiene miedo a expresar sus gustos u opiniones porque temen ser humillada, ignorada o rechazada, así que opta por quedarse en silencio y no hablar. Por consiguiente, si eres tímido, debes trabajar tu autoestima para poder sentirte valioso y quererte a ti mismo. Date un trato amable como si trataras a tu mejor amigo, sólo así obtendrás la mejor versión de ti mismo.
#6.- Evita la autocrítica constante o el perfeccionismo
Gran parte de la autocrítica constante a la que se somete la gente tímida se basa en sus propias expectativas que son muy altas. Creen que sus opiniones deben ser las más interesantes y sus comentarios tienen que ser aceptados por todos creándose unas pretensiones imposibles de alcanzar.
Además, no podrás avanzar si no te permites cometer errores. Los errores son imprescindibles para aprender. El perfeccionismo contiene mucha autocrítica y un alto nivel de exigencia, que impiden el desarrollo psicológico de la persona. Es, por tanto, necesario ser mucho más tolerante con uno mismo y tratarse bien.
#7.- Desarrolla la asertividad
Puesto que a las personas tímidas les preocupan mucho las reacciones de los demás, tratan de pasar desapercibidos y no les gusta crear problemas. Ser asertivo significa defenderte cuando deberías hacerlo ("me molesta esto"), reclamando lo que quieres o necesitas ("me gustaría que..."), o expresarte cuando otra persona está hiriendo tus sentimientos. Los comportamientos asertivos suponen un saber defender las propias necesidades frente a las exigencias de otros, lo cual no significa llevar la contraria por norma.
Debemos intentar cambiar nuestra forma de relacionarnos y ser comunicativos, es decir, necesitamos mostrar lo que pensamos, pero también y sobre todo lo que sentimos.
#8.- Piensa en positivo
Cambia ese "mi opinión no vale para nada" por un "mi opinión cuenta tanto como las demás". Las emociones negativas provocan timidez y el optimismo te ayudará a enfrentarte a tus problemas con sentido del humor. Es decir, si pensamos que algo nos va a salir mal porque no nos sentimos capaces de lograrlo, es bastante probable que así sea. Es lo que se llama la autoprofecía cumplida. Los límites los pone tu propia mente, no debes vivir de acuerdo a limitaciones que tú mismo te has puesto.
No analices obsesivamente tu comportamiento en situaciones pasadas. A menudo la gente tímida se ve inmersa en un diálogo interior que juzga de un modo muy negativo y destructiva su comportamiento pasado. Como sienten que han actuado de manera incorrecta e insuficiente, los tímidos potencian sentimientos de humillación y vergüenza. Lo único que lograrás regañándote constantemente es bajar tu autoestima y aumentar tu angustia.
Tampoco te imagines o te anticipes a situaciones que crees que pueden pasar. Eso aumentará tu angustia, ya que la mente tiende a exagerar sin ningún fundamento. Es importante no vivir en el futuro sino en el presente resolviendo los problemas en el momento en que se produzcan.
#9.- Sé tú mismo
Haz y di lo que encaje con tu propio estilo. Debes mostrarte tal y como eres aunque sientas que no te atreves a ser tú mismo. Fingir ser alguien que no eres sólo te confundirá y, a la larga, te sentirás frustrado por estar traicionándote a ti mismo y no conseguirás ser feliz.
A menudo no nos atrevemos a decir las cosas que pensamos por temor a no decir las palabras adecuadas o a que se burlen de nosotros, ni a mostrarnos cómo somos por miedo a que nos rechacen.
Pero nada es peor que callar nuestros pensamientos y ocultarnos. Además esa actitud se retroalimenta y, cuanto más desapercibidos queremos pasar, más disminuye nuestra autoestima y menos seguros nos sentimos de nosotros mismos.
#10.- No te compares nunca con nadie
Lo único que vemos de los demás es la imagen pública que proyectan, pero no más allá de la fachada exterior que nos muestran. Si te comparas con ellos y quieres convertirte en alguien que no eres, tu pensamiento hacia ti se volverá más negativo y, en realidad, sólo te estás basando en la apariencia exterior que no deja de ser un espejismo.
#11.- Los libros de autoayuda pueden ayudarte a reflexionar sobre lo que te pasa
Busca información que te pueda ayudar a superar tu timidez. La mayoría de las personas han recurrido en algún momento de su vida a los libros de autoayuda para solucionar algunos problemas emocionales o como fuente de reflexión sobre lo que les sucede. Los libros de autoayuda aportan pautas que te ayudarán en tu afán de superación y desarrollo personal. Cuanto mayor sea tu autoconocimiento, más seguro de ti mismo te sentirás.
#12.- Apúntate a alguna actividad que te ayude a superar tu timidez
Busca una actividad creativa que te apetezca aprender como por ejemplo, pintura, teatro, baile… Además de aprender algo que te atrae, conocerás a gente nueva con tus mismos intereses. Este tipo de actividades te ayudarán a sentirte integrado en un grupo, así como a controlar tu lenguaje corporal y tus emociones.
Si optas por el teatro, por ejemplo, no es necesario que de buenas a primeras seas el protagonista de la obra, sino que puedes comenzar ayudando detrás del telón con el vestuario o interpretando unas pocas líneas. Poco a poco aumentarás tu autoconfianza. Realizar una actividad en la que nos sentimos realizados siempre mejora la autoestima.
#13.- Participa en asociaciones o clases que te resulten de interés
Si las actividades creativas no son lo tuyo, puedes apuntarte a clases de algo que te interese como algún idioma. Otra opción es participar en algún club como, por ejemplo, una asociación de lectura o de cine donde la gente comparta sus opiniones.
Al principio te costará contarles a los demás lo que piensas del libro que has leído así que puede serte útil hacerte un borrador en casa en un folio donde se recojan tus ideas. Lo importante es que conocerás gente nueva con tus mismas inquietudes, que se mostrarán receptivas y respetuosas con las opiniones ajenas.
#14.- Haz deporte
Si tienes cualidades o interés por la actividad física, los gimnasios son lugares en los que podrás conocer gente nueva. Si prefieres realizar alguna actividad al aire libre, el senderismo también puede ser una buena opción. El ejercicio regular te ayudará a reducir la ansiedad y a conciliar el sueño con mayor facilidad, además mejorarás tu estado físico y, por tanto, la seguridad en ti mismo.
#15.- Recurre a técnicas de relajación o yoga
La práctica de ejercicios de relajación es buena para bajar el nivel general de ansiedad. Aprenderás a relajarte y a controlar la respiración, eso te será muy útil fuera de clase para calmarte frente a situaciones estresantes que disparen tu ansiedad.
#16.- Evita el consumo de sustancias estimulantes o alcohol
Evita el consumo de estimulantes como el café, el té o los refrescos con cafeína, ya que estimulan el sistema nervioso y sobreactivan al organismo, lo que puede un aumento añadido de ansiedad y nerviosismo.
Lo mismo sucede con el alcohol que, aunque en la fase posterior al consumo tiene un efecto desinhibidor, se trata de un depresor del sistema nervioso, que altera negativamente el estado de ánimo y que, como efecto rebote, produce ansiedad horas después de su consumo.
#17.- Acude a un profesional para desarrollar nuevas habilidades sociales
La timidez es un problema leve pero a veces puede terminar por convertirse en una fobia social. Recurre a un profesional de la salud mental si sientes niveles altos de ansiedad, taquicardias, ataques de pánico, insomnio, presión en el pecho, mareos... Si sientes que el problema te sobrepasa,la psicoterapia te puede ayudar a identificar y cambiar pensamientos distorsionados y patrones de conducta que te producen malestar, además de desarrollar nuevas habilidades sociales para relacionarte mejor con los demás y para sentirte mejor contigo mismo.
DOLORES VELÁZQUEZ
Psicoterapeuta