Chiqui
Usuario
Hola.
Hoy ha hecho bastante frío, mucha humedad, el cielo lleno de nubes negras y yo tenía una excursión.
Parte de mi terapia consiste en buscar y asistir a actividades de grupo.
Hay páginas de Internet y grupos de Facebook que organizan muchas cosas, así que decidí asistir a esta en concreto. Evidentemente he ido sin muchas ganas, pero me había comprometido con el grupo y conmigo misma y no me he permitido usar la excusa del mal tiempo para anular mi asistencia.
El día ha transcurrido sin pena ni gloria. No lo he pasado ni bien ni mal.
Pero quedandonos sólo con lo positivo, la experiencia ha sido de un nivel bastante aceptable.
El próximo domingo participaré en una tertulia de un club de lectura. Son unas cuantas mujeres algo mayores que yo, y creo que su compañía y esta actividad me serán bastante gratas, aunque tengo claro que voy a hablar lo mínimo indispensable y mi intención es más escuchar lo que comente el resto de la concurrencia y aprender de sus reflexiones.
Afortunadamente, sobra gente con afán de protagonismo que adora ser escuchada. Eso es una gran ventaja porque me permite colocarme en una posición más cómoda para mí, la de oyente.
Por supuesto, no me desborda la alegría de asistir ni a este ni a ningún otro evento, pero quizás con el tiempo vaya derribando barreras y consiga disfrutar de verdad.
Hoy ha hecho bastante frío, mucha humedad, el cielo lleno de nubes negras y yo tenía una excursión.
Parte de mi terapia consiste en buscar y asistir a actividades de grupo.
Hay páginas de Internet y grupos de Facebook que organizan muchas cosas, así que decidí asistir a esta en concreto. Evidentemente he ido sin muchas ganas, pero me había comprometido con el grupo y conmigo misma y no me he permitido usar la excusa del mal tiempo para anular mi asistencia.
El día ha transcurrido sin pena ni gloria. No lo he pasado ni bien ni mal.
Pero quedandonos sólo con lo positivo, la experiencia ha sido de un nivel bastante aceptable.
El próximo domingo participaré en una tertulia de un club de lectura. Son unas cuantas mujeres algo mayores que yo, y creo que su compañía y esta actividad me serán bastante gratas, aunque tengo claro que voy a hablar lo mínimo indispensable y mi intención es más escuchar lo que comente el resto de la concurrencia y aprender de sus reflexiones.
Afortunadamente, sobra gente con afán de protagonismo que adora ser escuchada. Eso es una gran ventaja porque me permite colocarme en una posición más cómoda para mí, la de oyente.
Por supuesto, no me desborda la alegría de asistir ni a este ni a ningún otro evento, pero quizás con el tiempo vaya derribando barreras y consiga disfrutar de verdad.